miércoles, 20 de septiembre de 2017

El Método Masónico

El método masónico alegórico y simbólico por excelencia, sigue estando vigente a pesar de los drásticos cambios de contexto a los cuales se ve expuesto, y de los cuales se reviste para incursionar en una modernidad de desafíos y de retos intelectuales.
El origen humanista y social de la masonería apunta hacia un abordaje particular del conocimiento y de los modelos estructurales de pensamiento que ponen al ser humano y a su dinámica social en el primer plano de estudio y de intervención, siendo la transformación personal de cada uno de sus miembros el paso fundamental para el cambio colectivo.

Mucho se habla entonces, del método masónico y de su manera singular de operar, permeando el modo en el que nos apropiamos de los conceptos y la manera en que los aprovechamos en bien de la construcción de nuevas propuestas de desarrollo.
No obstante y aunque el conocimiento es evolutivo y dinámico, el método masónico continua insistiendo en una forma de aprendizaje basada en la interpretación de símbolos y rituales que persisten en el tiempo y que evocan tiempos pasados y misteriosos.

Por su parte, el aprendizaje es una construcción consiente en torno a situaciones del mundo que nos lleva a elaborar idealizaciones de la realidad a través de representaciones, haciendo uso de las habilidades del pensamiento. Estas representaciones son las ideas que elaboramos o replicamos y que permiten configurar modelos desde los cuales escribimos, interpretamos, explicamos, predecimos, evaluamos y creamos nuevo conocimiento para interactuar en contextos sociales y naturales.

Autorretrato con collar de espinas.
Frida Kahlo
Harry Ransom Center, Texas USA

A lo largo de la historia del método masónico y sobre todo, en los últimos años, han aparecido diversas posturas en cuanto a la pertinencia de un desarrollo didáctico estructurado de la forma de acceso al conocimiento  que ofrece nuestro sistema de enseñanza, y al tipo de proceso que se debe llevar a cabo desde el primer grado simbólico.
En este aspecto debemos tener en cuenta que el conocimiento es amplio y que la profundización en ciertos aspectos y ciertas ramas de la ciencia es inevitable. Por lo tanto cada uno de los iniciados en un universo de saberes, experiencias y vivencias que hace que la estrategia metodológica deba ser flexible y adaptable a las personas y sus contextos.

Ahora bien, la controversia crece cuando se habla del tipo de acompañamiento a los iniciados en su proceso. Desde el punto de vista didáctico hay tres componentes planteados por Chevallard que conforman un triángulo donde, en los polos están situados: el saber, el maestro y el aprendiz y en su centro se ubica el conocimiento, siendo este, el resultado de la interacción de sus tres componentes fundamentales. El papel de cada uno es definitivo para llegar a un proceso de desarrollo cognitivo que pueda ser operativo en la realidad, pero ¿Cuál de los tres es el más importante? Teniendo en cuenta que 1. El saber puede ser tan complejo o tan simple que el aprendiz podría confundir el camino a su abordaje 2. El maestro puede influir de diversas maneras sobre el proceso de aprendizaje y puede sesgar el descubrimiento de lo esencial y 3. El aprendiz podría iniciar su formación sobre bases poco estructuradas y en ocasiones erróneas.

La masonería ha explorado diversas formas de dinamizar este triángulo, común a todas las formas de aprendizaje, y ha intentado crear un camino hacia la transformación del saber en conocimiento colectivo, útil para la propuesta de desarrollo que trae implícito un método poco neutral en aspectos políticos, sociales y de acción para un mejor futuro.

El papel del maestro masón en esta estrategia de aprendizaje del conocimiento está enfocado en coadyuvar en el proceso de apropiación de la simbología como medio de racionalizar los fenómenos humanos y su impacto en el contexto propio y grupal.

¿Qué tanto se debe influir en el proceso de apropiación de las alegorías masónicas?

Hay diversas posiciones al respecto que van desde una tendencia conductista donde los maestros son dueños de la verdad y poco a poco van entregando su conocimiento a los iniciados, no sin antes aplicar métodos evaluativos estrictos enfocados a descubrir las debilidades del proceso, hasta una tendencia enfocada netamente en el aprendiz, donde este por sí solo, descubre los significados que cree apropiados y construye un imaginario sobre la masonería que en ocasiones está basado en la observación de conductas, discursos y rituales.
La muerte de Socrates
Jacques-Louis David
Museo Metropolitano de Arte, New York USA

Por ahora quedan muchos interrogantes que se podrían discutir a la luz de las teorías iniciáticas, filosóficas y educativas como por ejemplo el constructivismo social, el postmodernismo y los modelos interestructurantes de enseñanza.
Lo que si queda claro es que la masonería es un método aun valido y vigente que gracias a su continua evolución ha podido mantenerse vivo y que nos enfrenta al análisis de su eficacia día tras día.

Es mi palabra
GGC

VM:.

jueves, 14 de septiembre de 2017

SIMBOLOGÍA, CULTURA Y MASONERÍA

El ser humano es en esencia un ser simbólico, su desarrollo desde los ámbitos cognitivo y social parten de la capacidad para la transmisión de conocimiento a través del uso de elementos culturales que denominamos símbolos, entre los que se pueden destacar el lenguaje y las artes en sus diferentes manifestaciones, éstos han servido como referentes para el desarrollo de las diferentes culturas, al respecto considero importante resaltar que cada cultura recicla elementos simbólicos de aquellas que la precedieron, enriqueciéndolos a partir de la dotación de nuevos significados, por lo que podríamos asegurar que ninguna cultura desaparece en su totalidad, sino que trasciende a partir de los elementos simbólicos que son transmitidos durante el proceso de desarrollo cultural.


Símbolos Quimbayas.
Museo del Oro, Bogotá
Colombia
Los pueblos latinoamericanos son prueba fiel de que el proceso de colonización nunca exterminó en su totalidad los símbolos culturales de nuestros ancestros, por el contrario, el encuentro de diversas culturas provenientes de lugares tan distantes durante el periodo de la conquista, generaron una mixtura cultural que dotó de innumerables significados los elementos simbólicos que convergieron en el denominado nuevo mundo, formando una amalgama bastante compleja de creencias y rituales que en teoría deberían ser excluyentes, pero que se sedimentaron para coexistir y garantizar su supervivencia; tal es el caso de la santería, traída a América por las hordas de esclavos africanos, quienes con el fin de garantizar su preservación hicieron uso de imágenes sagradas de la religión católica, atribuyéndoles la personalidad y poderes de los emisarios del dios pagano Olorum, a quienes denominaban Orisha, además de incluir algunos conocimientos ancestrales, así como el uso de herbolaria propia de las culturas indígenas que poblaran estas tierras ates de la invasión europea; este hecho se puede evidenciar en productos culturales como aquella canción que dice.
Orisha
Anónimo








“Santa Bárbara bendita
para ti surge mi lira
Santa Bárbara bendita
para ti surge mi lira
Y con emoción se inspira
ante tu imagen bonita
Que viva changó, Que viva changó, Que viva changó
Que viva changó Señores”







Bárbara Miller en su manual de Antropología Cultural nos define el símbolo como “un objeto, palabra o acción con sentido definido culturalmente, que representa algo con lo cual no guarda ninguna relación necesaria o natural. Los símbolos son arbitrarios (no tienen una relación necesaria con lo que simbolizan), impredecibles y diversos. Dado que son arbitrarios, es imposible predecir cómo simbolizará algo una cultura determinada”. En este sentido, es importante resaltar que la existencia humana guarda estrecha relación con los símbolos, los cuales hacen su aparición desde los orígenes de la civilización, hecho que se encuentra plasmado en los más antiguos vestigios de la existencia humana, principalmente a través de representaciones pictóricas, tallas y esculturas que hacían referencia a aspectos como la caza, la supervivencia y la fertilidad.

La Mas:. Como sociedad de carácter Inic:. Que ha debido soportar persecuciones de diversa índole, se ha valido del uso de símbolos, representados en (PPal:., AAleg:., HHerr:, TToq:., etc.) para la transmisión de su conocimiento y tradición, a fin de garantizar su preservación. Cabe anotar a este respecto, que la condición arbitraria de los símbolos permite que cada uno de los HH:. los dote de nuevo significado a partir de su experiencia vital, por tal motivo la Mas:. se considera libre de dogmas y se promueve la reflexión para garantizar la evolución del ser humano y la construcción de TTem:. Individuales y colectivos que sean fortalecidos a través de la aplicación de los principios fundantes de la Ord:., hecho que se advierte de manera Sim:. desde la ceremonia de Inic:., donde tras atender al llamado de las puertas por parte del aspirante a Ap:. Mas:., las luces del Tall:. Hacen referencia a esta característica con el fin de incitar al neófito a continuar su búsqueda a través de la interacción con los símbolos.

Seg:. Vig:. Aquí, todo es símbolo. Busque y encontrará.
Pr:. Vig:. Aquí todo es símbolo. Toque y le abrirán.
V:.M:. Aquí, todo es símbolo. Pida y le contestarán.

El proceso de aprendizaje a través de la interacción con los símbolos es inherente a todas las culturas, hecho que es acuñado por Miller quien asegura:

“Dado que la cultura se asienta en símbolos arbitrarios, debe aprenderse de nuevo en cada contexto. El aprendizaje cultural comienza desde el momento mismo del nacimiento, si no antes (hay quienes piensan que los bebés reciben y asimilan información antes de nacer por los sonidos del mundo exterior). Una proporción enorme, aunque desconocida, del aprendizaje cultural de las personas es inconsciente, se produce como parte de la vida normal mediante la observación. En contraste, las escuelas con un medio formalizado de adquirir cultura. No todas las culturas habidas en la historia han estado sujetas a la escolarización formal. Escuchar historias y presenciar espectáculos y rituales son, desde hace mucho, formas de aprendizaje”.

Al recordar el proceso de Inic:. es posible identificar todos los elementos descritos por la autora, teniendo en cuenta que el proceso de preparación y espera previo al ingreso al Tem:., implica una reflexión silenciosa en la que el aspirante es privado de su visión, guardando estrecha semejanza con la condición uterina, seguido por una serie de estímulos y vivencias que no es menester del presente Tr:. Abordar. De otra parte, a lo largo de su tránsito por el Pr:. Gr:., el nuevo Ap:. se ve expuesto a una serie de símbolos que tienen como objetivo expandir su capacidad de entendimiento, así como la interiorización de conocimiento a través de alusiones que pueden ser implícitas o explícitas, esto con el fin de garantizar que la experiencia de aprendizaje Inic:. sea totalmente vivencial y espontánea, evitando siempre caer en procesos de adoctrinamiento ideológico, los cuales van en contravía de la filosofía Mas:..

Una vez abordada la temática propuesta, sólo me queda recordar que cada uno de los Gr:. Sim:. de nuestra organización implican el aprendizaje de nuevas PPal:. SSag:., HHer:., NNum:., TToq:. y Rit:. simbólicos que deben ser interiorizados desde una apertura de consciencia y respeto por los Rit:. que nos permitan adentrarnos en su significado más profundo, a fin de lograr su aprehensión e inserción en nuestra forma de pensar y actuar.

Para cerrar, quiero compartirles esta frase que se me cruzó por el camino, cuyo autor desconozco, pero considero pertinente.

“Al medrar, crecen en torno a nos, sombras del presidio”




Lo anterior nos plantea una realidad, partiendo de la premisa que nuestra condición de Inic:., más que un honor o un privilegio, implica una serie de responsabilidades y obligaciones derivadas de nuestro proceso de aprendizaje en torno al uso de las HHerr:. SSim:. el cual, necesariamente debe transformar nuestro interior, pero también permear nuestro pensar, sentir y actuar, llevándonos a asumir un rol activo como agentes de desarrollo social y transformadores de la cultura.

Es mi palabra.
CAAH
M:.M:.