Preámbulo
El estatuto de la mujer demuestra
claramente el estado de evolución de una sociedad. Desgraciadamente,
incluso en países en los que existe una larga trayectoria de práctica de la
democracia, crecen ideologías xenófobas y etnocentristas que encierran a
mujeres y hombres en el determinismo étnico y cultural de sus orígenes a pesar
de que unas y otros son complementarios; Hermanos y Hermanas en Humanidad.
El matrimonio de una joven adolescente
no es sino una violencia ejercida por sus padres. Una mujer maltratada por un
hombre es la víctima de una barbarie legitimada en ocasiones por concepciones
medievales. En la actualidad mujeres y hombres deben ser libres, vivir libres y
deben construir de la mano un mundo más justo y mejor.
En consecuencia
Nosotros, los representantes de las
Jurisdicciones masónicas firmantes, proclamamos nuestra adhesión a los
principios universales de la libertad de conciencia, de igualdad en derechos de
todos los seres humanos, sean cuales sean el color de su piel, sus orígenes
étnicos, idioma, sexo, creencias y pertenencias filosóficas o religiosas.
Proclamamos nuestro compromiso en favor
de una laicidad que permita la convivencia de quienes creen y aquellos que no
creen, de tal manera que la singularidad de cada uno se realice dentro del
marco democrático común.
Nosotras y nosotros, francmasonas y
francmasones de los Altos Grados Escoceses, profundamente comprometidos, en la
ética de seres humanos libres, a las mujeres y hombres en marcha hacia la
evolución progresiva de la Humanidad, rehusamos cualquier forma de maltrato
hacia la mujer por el hombre: humillación, matrimonios de adolescentes,
violencia de género, esclavismo, conversión en objeto sexual, negación de la
educación, todo aquello que hace a las mujeres víctimas del más ciego
oscurantismo. Al igual que el hombre, la mujer tiene el derecho al respeto, a
la educación, a la libertad de elección y a la libre disposición de su cuerpo.
En un contexto enmarcado por conflictos
internacionales, la barbarie terrorista, el crecimiento de los populismos
xenófobos, de las desigualdades sociales, la ruptura cultural en el seno de las
naciones, es urgente reemprender el camino de la humanidad hacia la
emancipación, la justicia y la dignidad.
Firmado en Estambul, 28 de mayo 2016