domingo, 22 de diciembre de 2013

La Piedra Bruta, la Regla de 24 pulgadas, el Martillo, el Cincel y la Plomada.




Uno de nuestros principales trabajos como MMas.·. es “pulir la piedra bruta”. Pero, ¿a qué se refieren con piedra?, ¿por qué bruta?, ¿por qué hay que pulirla?, ¿cómo y con qué hay que hacerlo?


 

En diferentes tradiciones iniciáticas, la “piedra” se ha relacionado con el fundamento de la filosofía absoluta, con la suprema e inquebrantable razón, con la “piedra filosofal”. Sin embargo, para llegar a esta suprema e inquebrantable razón  o para encontrar a la piedra filosofal, primero debemos trabajar puliendo la piedra en bruto, ordinaria y común, para convertirla en piedra pulida, cúbica y con forma útil.

 

Cada mas.·. es como una piedra imperfecta que busca la perfección, siendo a la vez materia prima e instrumento que aspira tomar la forma adecuada y trabaja en ello para ocupar el lugar que le corresponde en la edificación del Universo ideal.

 

Para esto es necesario reconocer nuestras imperfecciones, abandonar los prejuicios, los vicios y las pasiones, aprender a desprendernos de nuestros dogmas y certezas, superar nuestros defectos y debilidades,  tener conciencia de no saberlo todo, reconocer nuestra dualidad y la unidad de la que somos parte, saber distinguir entre el bien y el mal, poder identificar la verdad en todas sus manifestaciones, dominarnos, obrar con amor, sabiduría, rectitud, justicia, prudencia, modestia, honestidad, humildad, tolerancia, respeto, paciencia y silencio, entre otros aprendizajes que nos permitan ser y manifestar únicamente nuestra perfección.

 

En términos operativos, para trabajar la piedra, debemos emplear básicamente tres instrumentos: la regla, el martillo y el cincel. Para “pulir la piedra bruta”, también empleamos de manera simbólica estos instrumentos.



La Regla de 24 pulgadas está relacionada con la necesidad de medirnos constantemente durante las 24 horas del día, siendo conscientes de cada uno de nuestros actos, pensamientos, palabras, emociones, expresiones, deseos, motivaciones, etc. De esta manera, la regla nos lleva a tener autocontrol y a obrar con rectitud en todo momento. Es una alegoría a la moral y a todo aquello que procure la justicia, la convivencia y  la paz.




El Martillo está relacionado con la Voluntad, con aquella fuerza primaria que nos lleva a actuar y se manifiesta en nuestros instintos, hábitos, tendencias, naturaleza, deseos, motivaciones, etc. Dicha fuerza, puede ser tanto constructiva como destructiva, por tal razón, es necesario controlarla y dirigirla con precisión en justa medida para pulir nuestra piedra de manera ideal.

 

Es así como el Cincel que simboliza la Inteligencia, se encarga de concentrar,  orientar y dirigir de manera constructiva la acción de la voluntad o fuerza generada por el Martillo, definiendo y determinando con justa aplicación, el pulimiento de nuestra piedra según la forma esperada.

 

El Martillo,  el Cincel y la Regla trabajan de manera inseparable, ya que sin Rectitud o Sabiduría (V.·. M.·.), Voluntad o Fuerza (P.·. V.·.), e Inteligencia o Belleza (S.·. V.·.), no se logra pulir la piedra perfectamente.



Finalmente, todo este esfuerzo dedicado al pulimiento de la Piedra Bruta debe ir en dirección vertical, como lo indica la Plomada (joya del Seg.·. Vig.·.), apuntando a un ideal y orientando toda nuestra actividad constructiva hacia dicho ideal, hacia nuestro propio perfeccionamiento, sacando a la luz lo mejor en nosotros y despojándonos progresivamente de aquello que nos opaca y nos impide brillar, estando a plomo con nuestros propios principios, ideales y aspiraciones.

 

Reflexionemos:

 

¿Qué otros significados podemos encontrar en la piedra bruta, la piedra pulida y la piedra filosofal?, ¿qué otras funciones simbólicas pueden cumplir los instrumentos mencionados?, ¿qué otros instrumentos hay y cuál es su significado?, ¿cómo pulimos nuestras imperfecciones a diario?, ¿en qué estado de pulimiento se encuentra en la actualidad nuestra “piedra bruta”?



Aporte



VJB:.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Lealtad


"Psique reanimada por el beso del amor"
Antonio Canova
 
Al realizar un análisis de la palabra LEALTAD, se vienen a mi mente, grandes virtudes que adornan su valor; el compromiso, el respeto, la fuerza y la voluntad, las cuales serán necesarias redescubrir para poder llegar al verdadero significado de la palabra LEALTAD y cual es el llamado al que estamos avocados.



La palabra compromiso deriva del término latino compromissum y se utiliza para describir una obligación que se ha contraído o a una palabra ya dada. Se refiere a contraer una obligación y tener el empeño y el tesón para cumplirla.



El respeto es reconocerse, apreciarse y valorarse a si mismo y a los demás. El reconocimiento de la diferencia, de las diferentes dignidades y darle el reconocimiento que se merece, facilitando así la convivencia.

La Voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Pero de nada sirve la voluntad, si no está acompañada de la fuerza; la cual consiste en tener un carácter recio que nos permite trazar las lineas de vida, y labrar esa piedra bruta interior, para lograr construir algún día un gran templo. Nada depende del azar, todo es el fruto de lo que cultivamos, es el pago de nuestros grandes esfuerzos, por ello es indispensable tener una voluntad fuerte.


En la antigüedad los grandes caballeros templarios, podían ser torturados, despojados de sus riquezas, atacados por sus enemigos en lo más profundo de su ser, pero jamás expusieron su orden y sus lideres, fueron leales a sus principios y nunca desfalleceros, incluso al ser arrebatadas sus vidas decidieron ser leales a su orden. ¿Qué se requiere para ello? ¿Acaso fueron santos?, que grado de conciencia tenían para llegar a conservar sus principios y lealtad, la cual nunca les fue arrebatada y hoy después de largos siglos retumba su arrecia voluntad, en las historias que leemos que llegan a parecer fantasiosas, míticas, y a mí juicio los consagran al grado de inmortales.



La LEALTAD es un gran valor y una gran virtud, digna de grandes seres, capaces de superar los obstáculos que se presentan día a día, con su cabeza en alto, hombres únicos, que se conocen a si mismos, conscientes del compromiso que tiene con la humanidad.



Nuestra sociedad actual nos ínsita a cambiar por unas cuantas monedas, nuestros principios, existe un enemigo a la sombra llamado corrupción; esté nos tienta de todas las formas posibles, nos invita a vendernos, a corrompernos. Cuantas veces vemos personas que no son leales con su trabajo, con su familia, incluso hasta consigo mismos.



Que fácil es hablar y alardear de lo que somos, de lo buenos y fraternos que somos, pero cuan difícil es ser leales con nosotros mismos, encontrarnos y no traicionar nuestros principios, no dejarnos llevar de los impulsos y el mundo material; Ser fuertes y leales a nuestro pregón de vida.





Nuestro llamado está en ser hombres y mujeres convencidos de nuestros principios, los cuales bordamos en nuestros corazones y no permitimos que nada nos corrompa, debemos ser leales a nuestra orden, a ese juramento iniciático que realizamos delante de nuestros otros hermanos, ese es el gran llamado al que estamos convocados.



Es mi Palabra
 
DLGM
C:.M:.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El fin justifica los medios


Quién no ha hablado o ha oído hablar acerca de la frase: EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?



Muchas veces la tomamos a la ligera, dando una respuesta simplemente desde la superficie de nuestra mente. Sin embargo, considero que es prudente adentrarnos un poco en el análisis de ella.

Para ello consulté, la definición, los filósofos y personajes de la historia, que me permitieran en últimas expresar una opinión.



En primera instancia la definición encontrada en la web es:

El fin justifica los medios es una frase atribuida a Maquiavelo y significa que gobernantes o el pueblo han de estar por encima de la ética y la moral dominante para conseguir sus objetivos o llevar a cabo sus planes.



Nicolás Maquiavelo, nacido el 3 de mayo de 1469 Un pensador del Renacimiento, afirmó en su libro El príncipe, que la finalidad de un príncipe es mantener el poder y que puede utilizar los medios que quiera como traicionar a los amigos, condenar a muerte a los opositores, etc. Así pues, para él, el fin (el poder) justifica los medios (muerte, traición).

Ser un príncipe, decía, significa tener el poder e implica matar si hay que matar para defender tu patria.



De ahí viene la frase que se le achaca del " fin justifica los medios", frase que nunca dijo, pero que se ha interpretado como suya porque expresó que los actos de los hombres deben juzgarse por los resultados; es decir, si al final se logra el fin los medios se tienen que perdonar.



Desde la ética de Kant se busca la integridad personal, la dignidad. En ese sentido, el fin nunca justifica los medios. Desde la ética de Kant el resultado de la acción es algo secundario y, después de él sigue algún mal en forma de dolor o injusticia, se trata de la responsabilidad de los otros que, por no ser capaces de respetar la ley moral a la que debían ajustarse.



Ahora bien, la ética utilitarista pretende la mejora del mundo y, a menudo, los medios son justificados por el fin. Y si hablamos de extremos, Un kantiano radical optaría por salvar a un inocente, aunque la consecuencia fuese la destrucción del mundo, y un utilitarista radical optaría por salvar al mundo, aunque para ello tuviese que perecer un inocente.



Cada día realizamos miles de acciones. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, nos proponemos unas metas Léase fines y utilizamos para ello unos medios.



Y frente al conflicto ético que genera en muchas ocasiones el uso de medios para obtener fines, considero que es útil considerar algunos aspectos que nos ayudan a decidir adecuadamente.



1. El valor ético del fin u objetivo que me propongo.

Es evidente que no todas las acciones humanas tienen el mismo valor ético. Por lo tanto hay que valorarla. Comparando el fin de su acción con sus principios éticos. Si no entran en conflicto, ¡adelante! De lo contrario, debe valorarse antes de actuar y si es necesario, cambiar el fin.



2. Las consecuencias de mi acción

Analizar las repercusiones, positivas y negativas, que tendrá esa acción, tanto para mí como para los demás. Y también analizar sus consecuencias inmediatas, mediatas y a largo plazo si fuese necesario.



3. El valor ético de los medios que utilizo

Para conseguir mi fin necesitaré unos medios. ¿Los medios son éticamente coherentes con mis valores o, aunque los medios vayan en contra de mis principios éticos, la finalidad es superior a esta situación y, por lo tanto, en nombre de la finalidad utilizo los medios irracionales e incoherentes éticamente? Este es el verdadero conflicto ético.



Y acá retomo a Kant ya Maquiavelo frente a sus dos posturas. Para unos, lo más importante es la validez de los fines y, por lo tanto, los medios son secundarios, y para otros, los medios nunca justifican los fines, por muy dignos que sean. En situaciones extremas se crean conflictos de este tipo.



No voy a expresar mi postura. De hecho creo que es individual y cada uno de acuerdo a sus principios tomará sus propias decisiones y librará sus propias batallas frente a sus conflictos éticos. Solo quiero referirme a la acotación de Juan Gines de Sepúlveda, filósofo e historiador español que al respecto dice:



Suele llamarse virtud al poder o facultad inherente a una persona para conseguir un fin propuesto. Malos medios dan mal fin, esto dice la experiencia: que la dicha la dan solo, la virtud y la prudencia.

MTRL
A:.M:.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Compromiso

El pensador, de Auguste Rodin
Lo usual es iniciar definiendo la palabra etimologicamenite, pero en esta ocasión me referiré a su significado filosófico. COMPROMISO es el nombre que se da a una cualidad que hace referencia a poner en juego las capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado y nuestra conciencia ha aceptado, pero haciendo un poco más de lo esperado para sacar adelante el objeto del compromiso.
 
 
Todos tenemos compromisos de diversa índole. Los hay frente a un contrato una promesa, etc. Pero ell verdadero compromiso nace desde nuestro interior y tiene como fundamento el conocimiento y la reflexión. Además no basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio. No, todo compromiso tiene muchas implicaciones.

 
Hay unos casi que connaturales a nuestra vida. veamos:
 

Como padres de familia el compromiso va más allá de alimentar y soportar la vida de los hijos, Se debe dedicar tiempo, esfuerzo, debemos renunciar a nosotros mismos a favor de ellos. Porque al fin de cuentas fue un compromiso nuestro y no de ellos el traerlos a este mundo.

 
Como hijos, compromiso de gratitud y respeto, de acompañamiento, de ser su motivo de orgullo.

 
Como amigos tenemos el compromiso de cultivar esa amistad, de respetar, respaldar, apoyar, de ser solidarios.

Como ciudadanos nuestro compromiso es por la participación en pro del bienestar común
 

Un antónimo del compromiso es la indiferencia, pero también podríamos decir que otro es el egoísmo, porque quizás sí solo pienso en mi no poseo la principal cualidad de una persona comprometida, que es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído.

 
El comprometido es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionarse a través del servicio a los demás.

 
¿Se puede ver el compromiso? El compromiso es invisible, pero uno sabe cuando existe. Uno sabe quién está comprometido y quién no. Y frente a un grupo, un proyecto, una meta, las personas se comprometen cuando realmente creen que es importante.

 
¿Es importante lograr el compromiso en un grupo? El compromiso es la espina dorsal de un grupo u organización. Es lo que le da al grupo su fuerza. Voy a describir cuatro excelentes razones de su importancia:

 
1. Cuanto más comprometidas estén las personas, más efectivas son en influenciar a otros. Su tono de voz, su postura y sus palabras tienen el poder de mover a los demás. La gente nota cuando alguien habla o actúa con compromiso. Si un grupo entero actúa con determinación y compromiso, un gran número de personas le prestaran realmente atención

 
2. Las personas comprometidas son las que no se rinden. Son el ejemplo para quienes no tienen la confianza o la experiencia para sobrellevar tiempos difíciles y mantenerse firmes esperando las recompensas del éxito.

 
3. El compromiso promueve la camaradería, la confianza y el interés, cosas que un grupo necesita para mantenerse por largo tiempo.

 
4. Si la gente se compromete en un esfuerzo, aprenderá lo que tiene que saber para ser más eficaz.

 
El compromiso surge cuando las personas:

 
Trabajan juntas
 

Se sienten exitosas con lo que hacen
Toman decisiones en conjunto
Resuelven sus problemas
Apoyan mutuamente sus liderazgos
Se divierten y juegan juntos
Superan obstáculos
Se aprecian y respetan mutuamente
Se desafían el uno al otro a dar el próximo paso
 

Construyen relaciones
Experimentan juntos una victoria
Aprenden de los errores y las adversidades
Ven a sus líderes como modelos de compromiso


Por el contrario, el compromiso puede disminuir cuando se verifica todo lo contrario: las personas no se comunican bien, no cultivan buenas relaciones ni se apoyan mutuamente, quedan atrapados en conflictos sin resolver, no viven a la altura de sus principios y no ven a sus líderes demostrar compromiso.

 
Ahora bien, las personas se comprometen con un grupo u organización porque obtienen algo importante de ello. Uno puede sentirse orgulloso al invitar a otros a comprometerse con una organización. No se les está imponiendo nada; se les está ofreciendo algo de valor. De hecho, las personas deben saber a qué se están comprometiendo.

 
Y, que comentamos acerca del compromiso? Todo el mundo afirma tener de sobra, y critica su falta en los demás.
 

Finalmente, en la Masonería debe ser, ante todo, un compromiso con uno mismo, con todos nuestros HH:.y con el resto de la humanidad.

 
Compromiso con uno mismo en el trabajo sobre la propia piedra bruta para tratar de ir eliminando, nuestros pequeños y grandes defectos y que nos llevará a trasladar nuestros cambio al entorno y por tanto a hacer realidad ese compromiso que asumimos de trabajar por el Progreso de la Humanidad.

 
Compromiso con el taller, con la logia. que si se entiende realmente va más allá de la presencia quincenal, y se traducirá en el trabajo que en el templo y fuera de él se desarrolla.

 
Compromiso con el taller, con las Hermanas y Hermanos, en lo material y en lo espiritual. que nos permita trabajar en armonía por encima de diferencias políticas, religiosas, filosóficas, etc.
 

Compromiso, porque la masoneria es una manera de vivir, difícil complicada, exigente pero gratificante. Asumámoslo realmente, con plenitud, en cualquier grado, a cualquier nivel, pero siempre que sea compromiso y no un pasar.


MTRL
A:.M:.

jueves, 31 de octubre de 2013

Tolerancia

Lo usual al abordar cualquier tema, es definirlo. Y como tenemos una fuente de que beber, pues, fui como todo el mundo a la RAE, más que nada buscando que los sabios en el uso de la lengua estuvieran de acuerdo conmigo.

Primera acepción: ‘tolerancia’ significa “respeto hacia las opiniones o prácticas de los demás”, lo que implica, supongo, respetar también a las personas y sus creencias.

De los demas? en general y de primera mano consideramos que las opiniones y prácticas propias son las únicas buenas, y que todo cuanto se aleje de éstas (un centímetro o mil kilómetros, da igual), no merece ni siquiera ser considerado. Eso, allá en el fondo. Porque, en nombre de la tolerancia, lo que aparece en la superficie es la aparente aceptacion de los demas.

De otro lado, la puesta en practica del termino tolerancia y en su nombre, se autoriza el irrespeto, el insulto, la condena, la amenaza, el aislamiento de todos aquellos que no se arrodillan ante los dogmas que emergen o imperan en la sociedad. Tolerancia si, pero la que yo debo tener, castrando mis principios, por temor a que en su nombre los que tienen una opinión contraria a la mía hagan conmigo lo que anteriormente expuse.

En nombre de la tolerancia el Papa acaba de excomulgar un sacerdote por pertenecer a la masoneria. O deberia decir, en nombre de la intolerancia? En nombre de la tolerancia, o por temor a ella, debemos vivir en el anonimato? Creo qué quienes invocan este derecho, son aquellos que quieren abrogarse y perdonenme la redundancia, derechos que traspasan la individualidad.

La tolerancia como presupuesto fundamental para la construcción de una cultura de la democracia no debe interpretarse como la fundación de una sociedad permisiva donde no haya límites a sus libertades porque la tolerancia también tiene sus límites. Los míos, los tuyos, los de todos.

En primer lugar, la tolerancia tiene su justa medida. A nadie se le ocurre que haya que tolerar el robo, la violación o el asesinato. Ni nadie cree de verdad que imponer la ley o un sistema de autoridad haya de considerarse como una grosera manifestación de intolerancia. Si nos dejáramos llevar por esos errores, terminaríamos bajo la ley del más fuerte. Sería imposible establecer un sistema de Derecho o cualquier tipo de ordenamiento jurídico. Sería como la ley de la selva. No habría forma de vivir pacíficamente en sociedad.

Promover la tolerancia no es tolerarlo todo, porque es evidente que no se puede permitir todo. Por eso, ni siquiera el anarquismo más radical ha considerado la tolerancia como algo ilimitado, puesto que solo con imaginar un colectivo humano en el que todo debiese ser tolerado, es fácil comprender que sería un caos completo y absoluto.

La tolerancia debe tener unos límites. Una interpretación superficial de la tolerancia la llevaría a su ruina: al anarquismo, del todo vale.

Por ello, la verdadera tolerancia no se fundamenta en el anarquismo ni en el escepticismo, sino en una firmeza de principios que se opone a una indebida exclusión de lo diferente.

La tolerancia no es tampoco una actitud de simple neutralidad, o de cansancio intelectual, o de indiferencia, sino una posición resuelta que cobra sentido cuando se opone a su límite, que es lo intolerable.

La sociedad debe tolerar todas las manifestaciones culturales que profundicen en el reconocimiento y respeto por el otro, en las prácticas sociales, que fomente el pluralismo, el multiculturalismo y la ética y, debe tolerar todas las manifestaciones culturales y políticas donde la sociedad se reconozca a sí misma al reconocer a los demás.

Pero en nombre de la tolerancia la sociedad no debe tolerar los actos terroristas, la corrupción administrativa y las políticas antidemocráticas, porque ello sería negarse como sociedad que pretende fundar una cultura de la democracia en sus prácticas sociales o políticas.

La tolerancia considero, debe entenderse hoy como un principio ético más que como una norma jurídica, como una actitud del espíritu humano que se manifiesta en la voluntad política de los individuos, como una expresión solidaria y humana que habita el mundo, la sociedad y la vida, como un fundamento de la convivencia pacífica y como un ejercicio de la comprensión, la benevolencia y la condescendencia.

Quiero para rematar citar algunas expresiones de personajes importantes. Veamos.

Karl popper, considerado como uno de los más grandes filósofos del siglo XX, al respecto, en su libro La sociedad abierta y sus enemigos hace la siguiente referencia:

«Menos conocida es la paradoja de la tolerancia: La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto como ellos, de la tolerancia. Con este planteamiento no queremos significar, por ejemplo, que siempre debamos impedir la expresión de concepciones filosóficas intolerantes; mientras podamos contrarrestarlas mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición sería, por cierto, poco prudente. Pero debemos reclamar el derecho de prohibirlas, si se necesario por la fuerza, pues bien puede suceder que no estén destinadas a imponérsenos en el plano de los argumentos racionales, sino que, por el contrarío, comiencen por acusar a todo razonamiento; así, pueden prohibir a sus adeptos, por ejemplo, que prestan oídos a los razonamientos racionales, acusándolos de engañosos, y que les enseñan a responder a los argumentos mediante el uso de los puños o las armas. Deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes. Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal cualquier incitación a la intolerancia y a la persecución, de la misma manera que en el caso de la incitación al homicidio, al secuestro o al tráfico de esclavos.»

Thomas Mann escritor autor de novelas universales tales com La montaña mágica, dice:

La tolerancia es otra palabra para la indiferencia.

Edmund Burke, escritor y político, considerado el padre del liberalismo-conservadurismo británico escribió:

La sumisión y tolerancia no es el camino moral, pero sí con frecuencia el más cómodo.

Albert Jacquard genétista y escritor francés, al respecto opino:

La tolerancia es una actitud ambigua. Tolerar es juzgar y considerarse muy bueno por aceptar al otro. Es necesario avanzar en otra dirección, tomando en cuenta como enriquecedoras las aportaciones del otro que difieren de las nuestras. Más diferentes, más ricas.

José Morales Manchego Ex Gran Maestro de la Muy Respetable Gran Logia del Norte de Colombia,con sede en Barranquilla.Diputado Gran Maestro de la Gran Logia del Norte de Colombia.Delegado del Supremo Consejo del Grado 33 para Colombia en el Atlántico, dice:

En la Masonería, por el contrario, la calidad de miembro se fundamenta en la tolerancia, que constituye el factor de unidad sin fisuras, que liga a todos los Masones por encima de los colores políticos o de los credos religiosos. En nuestra Orden, por principios, no se puede expulsar a un Hermano, ni impedir la entrada de un profano en razón a sus creencias o a sus ideas políticas.

Entendida como el respeto a las personas por el derecho que tienen a expresar sus opiniones en cualquier materia, la tolerancia hace posible el diálogo, el pluralismo y la coexistencia de principios disímiles, constituyéndose en la condición indispensable para la convivencia de los seres humanos en el ámbito de la democracia y de la libertad.

Según esta apreciación, toda persona tiene derecho a profesar cualquier credo religioso o a expresar su pensamiento, ya sea de carácter político o ideológico. Así mismo, tiene derecho a criticar todas las ideas que no comparta, sin ofender los sentimientos de las personas que las profesan, para lo cual es preciso omitir toda palabra vana, ofensiva o destructiva, que pueda irritar a nuestro semejante. En este sentido, la tolerancia no introduce restricciones, sino que establece condiciones para la expresión.

Por si acaso, y por acabar por el principio, o sea, por la RAE, me quedo con la última acepción del término ‘tolerancia’ que a la letra dice: “condición que permite que un organismo conviva con parásitos sin sufrir daños graves”. Los invito pues, a que seamos tolerantes a los parásitos y a no olvidar que la tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad.

MTRL
A:.M:.

Imagen Tomada de http://logiasigillum.blogspot.com



domingo, 27 de octubre de 2013

La reflexión del Compromiso


El compromiso es una cualidad y a su vez es un valor que todos tenemos pero comprendido o definido de maneras diferentes.

Cuando nos referimos a compromiso podemos decir que es cualquier tipo de acuerdo en el cual las partes asumen ciertas obligaciones.

Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado y toda su forma de actuar y proceder está proyectada a sacar adelante cada uno de sus roles. Es importante tener en cuenta que el verdadero compromiso nace desde nuestro ser y se fundamenta en el conocimiento y la reflexión.

En nuestro diario vivir encontramos seres humanos temerosos del compromiso, nos enfrentamos a la realidad de que creemos cumplir a conciencia por ajustarnos a un horario, obtener un salario, asistir a un colegio o empleo pero perdemos la percepción de la profundidad del compromiso asumiéndonos en la pereza, la comodidad, el confort y hasta en muchos casos la ignorancia. Nuestra sociedad se ha acostumbrado a que al cumplir con lo obvio se cumple con responsabilidad frente a un compromiso y se olvida del verdadero compromiso asumido y el hacer más allá de lo pactado.

Este es el desarrollo del compromiso que sumimos desde algunos roles como: Ser Hijo nos permite tener el compromiso, bien entendido de que los cuidados, detalles, y comprensión es toda nuestra responsabilidad. ¿Será que sumimos el compromiso?

El amigo, desde este rol de la amistad se busca la construcción, la manifestación de cariño, ¿pero hasta donde tengo el compromiso para ayudar a que este ser humano tenga un buen bienestar y un crecimiento?

Como ciudadano se participa de los proceso democráticos, el acompañamiento en procesos decisivos para el país, desde mi perfil profesional hago mis aporte para que el país mejore y tenga un mejor futuro. ¿hasta donde llega mi compromiso como ciudadano?

Como empleados buscamos nuestra posición profesional, nuestro crecimiento educativo, el mejoramiento de nuestra remuneración. ¿Desde este rol tenemos compromiso por nuestro ambiente laboral, por el ser, por las buenas relaciones, por el respeto al proceder y desempeño de los demás, por el acompañar sin criticar?.

Como masones tenemos nuestro compromiso con nuestro crecimiento personal, con los principios generadores de comportamientos humanistas que nos conllevan actuar como masones fraternales, a la búsqueda permanente de la libertad, la igualdad, la democracia y el progreso de la humanidad, a ser la persona comprometida con la generosidad, a la muestra permanente de afecto, respeto, al esfuerzo por ayudar al otro, a proyectar felicidad en lo que hace y con lo que da.
 
PAG
A:.M:.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La Noche Igual


Esta semana durante una de las múltiples visitas a los servidores de la red me percate de que el doodle de google hacia referencia al famoso péndulo de Foucault ubicado en el panteón de parís, y que hacían un homenaje a su creador León Foucault quien comprobó mediante este método la rotación de la tierra. Me llamo la atención además que precisamente esta semana, es más, el día de hoy, estamos frente a una transición de nuestro ciclo solar y que de nuevo otro equinoccio de otoño se presenta ante nosotros como una oportunidad más de referencia y de relación, entre los planos del macro y el microcosmos.

Una vez más, la fenomenología astronómica nos invita a pensar en torno a las majestuosas fuerzas que nos gobiernan y las magnificas paradojas de la creación de la materia. La creación también nos surge como un reto del entendimiento, una luz opaca que nos desvela en la inmensidad de una esfera celeste dinámica, intangible y misteriosa.

Este equinoccio, como todos los demás y según la tradición, nos invita a la reflexión y al cambio. Hoy cuando la noche y el día tienen la misma duración en vista de la alineación del eje de la tierra con el medio día celeste y cuando el sol alcanza el cenit, debemos dirigir nuestra mirada hacia el infinito cenit de nuestras posibilidades humanas y de nuestro potencial iniciático, descubierto por los símbolos y por el candente fulgor de las manos entrelazadas en la fraternidad y el estudio.

El péndulo de Foucault oscila libremente en el plano vertical y su dirección es cambiante dependiendo de la rotación de la tierra y es por ello que su orientación varía dependiendo del hemisferio en donde nos encontremos (lo mismo que sucede cuando el agua se precipita por un orificio). Así mismo, los equinoccios marcan el cambio de las estaciones, aunque con diferencias en el norte y en el sur.

Muchas son la referencias astronómicas a las que se les da valor simbólico y casi todas aplican para el cambio , las transiciones o las mejoras de un ser humano que busca entre la niebla espesa de la incertidumbre y desea disiparla dando brazadas de angustia en un panorama poco alentador. Aquí nuestro elemento simbólico por excelencia, la luz, viene a hacer su papel de faro del espíritu y se convierte en una oda de la sabiduría.

El cambio como fuerza de renovación de las cosas, siempre será visto con temor, pero también con esperanza, El escepticismo es vencido por la trascendental visión de un futuro mejor y de un horizonte difuso, pero prometedor.

Por otro lado, el péndulo Foucault inspiro al semiólogo italiano Umberto Eco quien en una obra titulada igual, coloco a la famosa exhibición de París como el escenario perfecto para una trama compleja donde las experiencias esotéricas tienen un cenit marcado por las intrigas, las sociedades ocultas y los secretos guardados en las místicas cabezas de los iniciados.

Incluso podría considerarse una elegante sátira del ocultismo y una sutil exaltación de las analogías entre los símbolos, la realidad y los cambios del comportamiento de los seres expuestos a la influencia continua de lo alegórico.

Lo simbólico es en ocasiones, tomado como subjetivo, ya que cada persona podría dar una explicación o una interpretación a las diferentes manifestaciones naturales , humanas o mentales, siendo un concepto propio, el resultado de diferentes y relativas formas de ver el mundo, influidas por la cultura, la educación y las vivencias de cada cual.

La incorporación de los símbolos y la reflexión propia de cada uno, nos llena de herramientas intelectuales para hacerle frente a los paradigmas que a diario enfrentamos.

Entender el transito solar y el equinoccio como parte de un sistema educativo y trascendental que nos haga mejores personas, es algo ridículo, a no ser que lo transformemos en un hecho marcado por la transformación, aquella que también es posible en los seres humanos influidos por un ideal basado en el conocimiento y la disposición al trabajo armónico y colectivo.

GGC
M:.M:.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Futuro ......

"Little Bodies"
2012
Valinore

El futuro ....Federacion Colombiana OMMI

El futuro hace parte de las fugaces visiones de los hombres y de las sociedades. Es una idea, una metáfora, un camino difuminado que vemos perderse entre los velos de la imaginación. Hablar del futuro de alguien o de algo es solo una especulación, un prospecto de vaticinio que tiene tintes emocionales con una gran carga de deseos y sentimientos. Las ciencias creadas por la humanidad apuntan a tener opciones seguras en diferentes aspectos, la comodidad de una proyección en aras de mejorar la calidad de los horizontes, es una apuesta a la que todos queremos ir, pero que no tiene estrategias infalibles o formulas mágicas que aseguren que los conceptos presupuestados se cumplan como una regla de la matemática, la cual incluso podría llegar a ser tan relativa como la misma existencia.
Hoy nos enfrentamos a una época acelerada, digital, virtual e impersonal, que hemos adoptado a fuerza de necesidad y gracias a una evolución exponencial de las posibilidades de nuestra realidad. Los masones transitamos en la modernidad de un presente dinámico que varía según las tendencias económicas, las movilizaciones sociales y un ambiente de globalización, donde las fronteras geográficas se mantienen, pero las humanas son cada vez menos claras.


Hacemos parte de un futuro diseñado en el siglo XX , que no se parece en nada a los seres vestidos con atuendos brillantes , con antenas en la cabeza y con poderes telequineticos que mostraban las películas de los años 50 y 60. Por el contrario, en nuestro flamante siglo XXI, encontramos al interior de las logias a unas personas vestidas de color oscuro, con bandas, mandiles, caduceos, espadas, velas, candelabros y finos lenguajes, más acorde con el siglo XVIII que con la época de la red mundial de información y la volatilidad de las tradiciones. No obstante, nuestro trabajo basado en la ritualistica y la simbología continua tan vigente hoy, como hace tres siglos atrás, es una cuestión de evolución y de adaptación, las mismas que han garantizado la supremacía de la especie humana y que nos han tocado por características innatas, aunque cada vez mejor aplicadas a los retos de la modernidad.


Nuestro futuro como método y estrategia, se ve cimentado en la riqueza de una tradición iniciática que tiene múltiples orígenes y que comparte conceptos con el desarrollo de la civilización contemporánea y su interacción con las diversos entornos en los cuales se aplica. Pero ese futuro depende en gran medida de un presente bien aprovechado y de nuestra capacidad de transformación, dando forma a una propuesta de trabajo simbólico aplicado a las condiciones reales y actuales de los miembros de la orden, así como a la realidad social y mundial que nos envuelve.


Los trabajos masónicos deben conservar su gran fortaleza simbólica y nuestros rituales deben ser el complemento de la ejecución profana, donde el espíritu humanista cultivado en logia, se expresa como una sinfonía de saberes, sentires y acciones en torno al progreso de los seres humanos, incluidos nuestros propios hermanos.


La época contemporánea exige la versatilidad de las ideas y la innovación de las relaciones. Somos el resultado de un crisol de conocimientos, de un sin fin de promesas y de un número infinito de palabras, que no son más que la expresión de la necesidad constante de los seres humanos por trabajar juntos entorno al calor de la confianza y de los ideales comunes.


Nuestra orden, hoy en día es el futuro de la masonería tradicional, nuestra propuesta de inclusión social , de género y de libre pensamiento, la laicidad con respeto y tolerancia, así como nuestra tendencia fraterna, hacen juego con la heterogenicidad de los métodos de la civilización actual. Nuestro presente cambiante y modulado debe ser la fortaleza donde se cimentan las bases de aquel futuro incierto pero con buenas perspectivas.


La francmasonería moderna exige un presente digno de su pasado, nuestra orden debe continuar en su ascenso de la búsqueda de la verdad y de un mundo más justo, más humano, más libre y más tolerante con la diferencias de cada cual. Tenemos un futuro por construir, donde las piedras pulidas van a ser acomodadas, no por las llanas y los palustres de los obreros calificados, sino por las hábiles manos de seres que evolucionan con el cambio y que se adaptan permanentemente a su entorno.

Seg:.Vig:.
Resp:. Log:. 1545 Jacques de Molay
Or:. de Pereira - Colombia