martes, 28 de agosto de 2018

El Taller, El Templo y El Hogar: Ensayo I


Siempre que resuelvo mirar, observar, escudriñar más a fondo la trasformación que nuestra especie humana ha sufrido a través de los tiempos, la vida y el universo me topan con estos trabajos de mi logia y me convenzo cada vez más de la responsabilidad que como aprendiz masona he asumido. “ESTAN ENVENENANDO LOS MANATIALES” una afirmación del año 1800 donde hoy resulta ser asertiva en todo su esplendor. 

El mundo químico, la industria farmacéutica, la contaminación de pesticidas, la manipulación de los medios de comunicación, la malversación del tesoro público, la educación a voluntad para decrecer el coeficiente intelectual, el agua contaminada de flúor (ESTAN ENVENENANDO LOS MANANTIALES!), los gobiernos marionetas, la opresión de grandes a pequeños, el miedo que se apodera de los humanos y la interpretación errónea de filosofías, religiones y  doctrinas que han hecho del ser humano un ente dirigido y atrofiado por un sistema donde los más fuertes son los que sobreviven, LOS DEBILES NO SON SOPORTADOS, SINO ARROJADOS AL VACIO SIN NINGUNA COMPASION. Ese es nuestro presente y aunque no sea la realidad de muchos de nosotros, algunos están sumergidos en el más puro caos, PERO NECESARIO PARA LA DISOLUCION DE PROBLEMAS, ADVERSIDADES Y SISTEMAS DE MANDOS CORRUPTOS.

Portada El taller, el templo y el hogar
Literatura Random House

Todo, absolutamente todo es necesario. Vivimos en un universo DUAL (bueno/malo – negro/blanco – día/noche) y nuestro nivel de consciencia se eleva cuando le hacemos frente a las dificultades, es por eso que como colectivo en esta Era hemos fracasado, como raza humana nos ha quedado grande el reto de evolucionar en pro de nuestra especie, en pro de nuestro mundo; porque cada quien fluye como le toque hacerlo sin comprender que lo que no doy, me lo quito y lo que dejo hacer, peca por omisión. Todo en este universo es un producto de decisiones y determinaciones que como colectivo o individual hemos tomado, TODO ES MENTE Y ES UN RESULTADO.

Como también es un resultado los sistemas políticos de la consciencia humana, el capitalismo por ejemplo es un orden o desorden del alma en colectivo como civilización humana enmarcado en un solo gobierno mundial para que los estados actúen como marionetas de sus caprichos sociales, educativos, de salud, impresión de billetes, manejo de grandes corporación y bancos. Quienes no respetan su ideología son catalogados de terroristas, los que no comulgan con sus leyes, son perseguidos, azotados y penalizados, un ESTADO OPRESOR PARA PUEBLOS DEBILES E IGNORANTES, sumidos en la manipulación de medios de comunicación para adoctrinar a sus ciudadanos sin saber ni siquiera que ellos también son una carta más bajo la manga de todo este teatro llamada “ESTADO” y “POLITICA” ; el objetivo final  “LA LIBERTAD”, el premio; la posibilidad de lograr y resplandecer como raza humana desconectándonos de la matriz impuesta a fuerza por el sistema económico mundial.

Somos masones puliendo nuestra luz y ayudando a nuestros hermanos a encontrarla.

¿Qué papel y que responsabilidad adoptamos desde nuestra ideología masónica portando el conocimiento escondido por estos mismos controladores del mundo desde nuestra posición? Tenemos que hacer algo, el mundo se desmorona ante nuestros ojos, y nosotros observando desde la comodidad de nuestras casas. ¿Estamos entonces actuando de verdad como masones al desarrollo y construcción de un mejor mundo? ¿De mejores ciudadanos para el mundo? Es la pregunta que me embarga con este valioso ejercicio de analizar el desarrollo de nuestra civilización humana a lo largo de este siglo.

HAY QUE HACER ALGO, Y ES URGENTE HERMANOS.

Es mi palabra,

KG
Ap:. Mas:.

jueves, 16 de agosto de 2018

El peligroso arte de aprender


Existe una semejanza entre el aprendiz y la inquietud de los niños por el conocimiento, partiendo del hecho que ambos son en esencia investigadores. Sabemos que hay una edad temprana en la que todo niño es un manojo de preguntas que ninguna respuesta logra satisfacer.

Entre ellas las preguntas más frecuentes que nos podemos encontrar en el proceso de iniciación de los masones es el que, el por qué y el para que de las cosas de este mundo, que nos persiguen hasta el último instante.

A lo largo de la historia, se han impuesto con más entusiasmo los temas relacionados con la religión que aquellos que competen a la educación y el desarrollo de la niñez para un mejor mañana. De ahí surge en el mundo la idea del mal. Porque el ser humano es el único que se rebela contra su destino, que crea o descubre un dios para tener a quien agradecer por los placeres y los enigmas del mundo o de quien quejarse por las desgracias y los horrores del universo.
Esa carencia, ese sentimiento de vacío, es lo que nos impulsa a movernos, a obrar y a transformar. Y por esto puedo manifestar con alegría que hacer parte de un proceso de crecimiento del ser y del saber hacer, genera unas fibras finas para orientar desde el amor por lo que se hace y con el corazón para lo que se quiere generar. Es conveniente saber también que la paz solo prospera en la diversidad, y que la verdadera igualdad consiste en ver cada quien como alguien único y original, y no permitirle sin embargo ninguna arbitrariedad que lesione a los otros.
De Safet Zec
Cromofora Contemporary Art Gallery/Magazine

Podemos deducir también que no se necesita emitir un juicio antes de conocer porque nuestra visión sesgada de la realidad nos puede inducir a equivocaciones. En el caso de la maleza más bien tendemos al exterminio, llamamos maleza a las plantas cuyas propiedades desconocemos o en las cuales no estamos interesados. Del mismo modo, por considerarlos malsanos e inútiles, los humanos dedicamos durante siglos a desecar los pantanos del mundo, y hoy los científicos descubren que destruimos una de las fuentes más eficaces de oxigenación de la atmósfera, porque los pantanos almacenan carbono.

Ahora bien, no se trata de cuanta información puedan darnos, de cuanto conocimiento puedan transmitirnos, sino de qué clase de seres humanos están formando; no es problema de información, es sobre la clase de personas que se forman allí.
Entonces, ¿es solo cuestión de desaprender? Y todo aquello que aprendemos  ¿sirve para la vida, o simplemente para ejecutar una tarea?

(Algunos extractos fueron tomados del libro "El taller, El templo y El hogar" de William Ospina)

Es mi palabra
LVMP
C.: M.:

sábado, 11 de agosto de 2018

El agua: Un maestro para el desenfrenado siglo XXI


Para la construcción de este Tr.•. tomé como punto de referencia uno de los capítulos del texto “El taller, el templo y el hogar” de William Ospina, denominado “El cuarto elemento”.

En sus primeras páginas este autor reflexiona sobre la idea de desarrollo, asociada a la disponibilidad de bienes y servicios para el consumo, y muestra como en este contexto los valores entran en crisis y se pierden aquellas costumbres que nos conectaban con nuestra humanidad; de alguna manera nos envía el mensaje de que estamos concentrados en pequeños espacios, pero somos más distantes y nos falta calidez; por lo que nos invita a entrar en contacto nuevamente con aquello que resultaba sagrado en otros momentos.
Luego de ello, y podría pensarse que de manera desarticulada, empieza a hablar del agua, un elemento sagrado y camaleonico en el que tienen lugar múltiples historias, la herramienta principal en algunos ritos, el tema de discusión de diversos saberes, y por supuesto el elemento que garantiza la vida como la conocemos.
Peña Bonita, Parque los Nevados
Serie"El canto de Pindaná"
Valinore
Pero tal vez lo que más rescata este autor de este recurso es su versatilidad; puede encontrarse en los diferentes estados de la materia – sólido, líquido, gaseoso-; transita por este mundo de los océanos y los rios a las nubes más tupidas; y puede ser tranquila y refrescante o puede ser implacable y destructiva. Sin embargo, este autor la identifica como maternal, fraternal y hasta amistosa.

El agua así vista no se diferencia mucho de la naturaleza humana, capaz de los más grandes actos de bondad, compasión y amor; pero también de los más crueles y vergonzosos.

Pero, ¿qué es lo que hace que, como el agua seamos fuente de gozo y tranquilidad o tengamos un carácter demoledor? Podríamos decir que somos el producto de nuestro entorno, que la vertiginosidad del mundo, del día a día, hace que optemos por uno u otro extremo.

Pretendemos sincronizarnos con el devenir social, buscamos la manera de encajar, de hacer parte de, de conectarnos con el mundo; pero lo cierto es que, tal y como lo refiere el autor, hemos desconectado con nuestra humanidad. Debemos tomar del agua su capacidad de cambio, sin que ello implique que todo cambio sea bien recibido.

Debemos transitar por el mundo como el personaje de la canción “Hasta Cuando” de Javier Vásquez, “recordando a su tierra” – sus origenes-, y comprendiendo que este “mundo es prestao”.

Hay que descubrir la esencia y todo aquello que nos define para que los cambios no sean un desconocimiento de lo que somos.


Es mi palabra


J M R
Apr.•. Mas.•.