SOLSTICIO
En
dos épocas del año parece que el sol, nuestro astro rey, en su
movimiento aparente, se detuviera por un corto período, cuando se
encuentra más cerca o más lejos de los trópicos de Cáncer o
Capricornio. Estos acontecimientos que se producen el 21 de Junio y
el 21 de Diciembre ; reciben el nombre de solsticio de verano y
solsticio de invierno, toda vez que la palabra solsticio significa
sol detenido. Astronómicamente estamos entrando al solsticio de
verano en nuestro hemisferio y es allí donde la naturaleza nos da
una de sus innumerables enseñanzas, la lucha de contrarios, en
este mismo momento nuestros HH:. de las Log del hemisferio sur están
celebrando el solsticio de invierno.
En
nuestras prácticas y doctrinas asociamos estos fenómenos naturales
y son interpretados bajo tres aspectos: cósmico, místico y
simbólico.
Cósmico,
porque representa a un fenómeno astronómico; místico, porque traza
la realidad de un ideal y simbólico con relación al hombre, porque
busca la perfección de su espíritu.
En
el ciclo eterno en que se manifiesta un espacio de tiempo, que va de
un solsticio a otro, esta representada en forma simbólica la vida
del hombre, el nacimiento, la madurez , la muerte y nuevamente se
inicia el ciclo,
El
Verano, Orienta el anhelo San Juan Evangelista
El
solsticio de verano es San Juan el Evangelista que predica el
evangelio del amor fraternal, antorcha de la esperanza y sintetiza en
nuestra orden el nacimiento de una nueva vida, que en nuestros Hnos
es la incesante búsqueda de la verdad, que es la verdadera luz.
El
Invierno, Orienta este anhelo Juan El Bautista.
El
solsticio de invierno es San Juan Bautista, que es la esperanza de
una vida mejor, de los grandes ideales que alcanza el espíritu ,
madurez y plenitud, adquirida en la experiencia de las vivencias como
algo único e irrepetible.
Así
como el ciclo evolutivo de los solsticios, representan, el ser que
nace y muere; es la materia y el espíritu, la vida y la muerte no
solo física, si no simbólicamente en nuestra cotidianidad y
situaciones. Las crisis simbolizados por el invierno, generan las
oportunidades de vernos a nosotros mismos permitiéndonos cambios en
el mundo interior, cambios al espíritu, conectándonos con nuestro
ser, modificándolo , construyendo y naciendo, en el solsticio de
verano de nuestra vida.
El
templo es el universo y los Hnos en La Logia el mundo visible. El
sol está en el templo, donde el Venerable Maestro levanta su mallete
orientando las actividades del taller. También está la luna y las
estrellas y su base adornada por la fuerza y la belleza, representada
por el primer y el segundo vigilante. Ellos en un lenguaje practico
y simbólico de sus enseñanzas entrañan
la idea de los solsticios sobre, “ ser y deber ser “ , ellos
guían nuestros pasos hablándonos de tolerancia y fraternidad,
que van en procura de la luz de oriente y del trabajo de perfección
individual, está en nosotros querer ver y seguir en su búsqueda.
La
masonería no transforma, te da las herramientas para hacerlo, no te
da nada que no quieras recibir, en el taller se nos da conocimiento,
pero el conocimiento NO es la logia , ella es un recurso, Si
queremos crecer, la logia nos proporciona la estructura para
acercarnos al cambio que buscamos en la espiritualidad, el Taller,
es donde empezamos a buscar ese camino que antes hacíamos como
profanos a través del auto conocimiento y de la auto búsqueda o del
encuentro con uno mismo, pasamos del invierno al verano.
Queridos
Hermanos, que esta extraordinario noche solsticiana lleve a nuestros
espíritus la claridad suficiente para examinar el camino recorrido
en nuestras Augustas Ordenes y en la vida profana. Que nos haga ser
más virtuosos, tolerantes y fraternos. Enlacemos nuestras manos
deseando un futuro mejor para la humanidad y en la que nuestros
postulados sean realidad. Aprovechemos el calor del astro rey para
recomenzar con más brío nuestra incesante búsqueda de la verdad.
DIANA
MARIA PALACIO
MM:.
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