El Jur.•.In.•. está cargado de gran Sim.•.; en primer lugar representa un vínculo con los HH.•. no sólo de nuestro Tall.•., sino con todos aquellos que hacen parte del D.•.H.•. y de las demás LLog.•. con las que existe algún acuerdo por parte de la O.•.M.•.M.•.I.•., dicho vínculo implica acudir en ayuda del H.•. que así lo requiera, dado que de manera voluntaria decidimos hacer parte de este camino, al que llegamos por motivos de diferentes, pero en el que decidimos mantenernos porque encontramos cautivadora la relación con los HH.•., la Sim.•., el Rit.•. además de la forma en que se transforma la relación con nuestro ser interno.
Las transformaciones son fundamentales en la vida de los seres humanos, nunca somos los mismos, porque incluso aunque nuestros sistemas de creencias se mantuviesen intactos a lo largo de nuestra existencia, hecho que pongo en duda, nuestra química y composición celular sufren procesos de transformación continua. Decía Heráclito “nadie se baña dos veces en el mismo río”, llevando dicha expresión a una escala personal, me atrevería a decir que “nadie habita dos veces en el mismo cuerpo” este se transforma a cada segundo desde lo psicológico-cognitivo hasta lo biológico, por tal motivo podría asegurar que nuestro cuerpo no es el mismo que aquel que habitábamos al inicio de esta Ten.•.
La condición de Mas.•. que obtuvimos al momento de Jur.•. ante el Ar.•., nos debe llevar a entender el cambio y a trabajar en función de la transformación social, entendiendo como HH.•. no sólo a quienes como nosotros asumieron el deber y el honor de llevar un Man.•. sino a todos aquellos seres (no sólo humanos) que habitan el planeta.
La educación libre de dogmas implica entender que las verdades absolutas son absolutamente erróneas, que el considerarse parte de un movimiento ideológico, religioso, político o filosófico en ningún momento debe ser un argumento para imponer nuestros criterios a los demás, sino que la construcción social implica valorar la diferencia, entendida como la aceptación (no la tolerancia) del otro.
En un mundo en el que los cambios suceden de manera intempestiva y vertiginosa, es común que existan voces que se alzan a favor y en contra de las nuevas formas, tendencias y visiones concernientes a la vida, tales como la concepción de la sexualidad y del género, la existencia y relación con la divinidad, la economía y política, el medio ambiente y el cuidado de los animales en contraste con el desarrollo tecnológico e industrial, entre otras, así como la dinámica de relacionamiento con el otro a partir de su visión particular del mundo, el Mas.•. debe liberarse en muchas ocasiones de sus prejuicios y entender que el Sil.•. será su mayor arma a la hora de evitar entrar en disputas vacías e innecesarias con personas dogmáticas, radicales y de moral excluyente; pero que su trasegar por la senda de la Mas.•. y el uso de sus Herr.•. Además del aprendizaje de la dialéctica le deben llevar en la búsqueda incansable del conocimiento y de la argumentación necesaria para ser una chispa generadora del cambio positivo para su sociedad.
De acuerdo con lo anterior, el Mas.•. Debe ser un educador constructivista, que acompañe a sus AAp.•., entendiendo que todos llevamos una doble condición de AAp.•. y MMaes.•., manifestando sus pensamientos sin imposiciones (sin importar cuál sea el Gr.•. que ostente en la Or.•.), entendiendo que su experiencia vital le ha dotado de conocimiento, pero que este no constituye en sí una realidad y por tal motivo debe evitar caer prejuicios, de esta forma concebir al otro como un portador de aprendizajes y un posible compañero constructor, no como un enemigo portador de la decadencia, visión que se ha hecho muy popular en nuestros tiempos en los que las redes sociales y los medios de comunicación nos enfrentan constantemente, dividiéndonos en categorías gueto que nos asignan cualidades y características particulares basadas en una lógica cruel y excluyente.
De igual manera, los Tr.•.Mas.•. deben incluir espacios de reflexión y construcción de propuestas de intervención social, no sólo desde aspectos asistenciales, sino desde la participación en diversos escenarios sociales, políticos y económicos que permitan construir alrededor de conceptos que deben ser reevaluados, estos abarcan temas tan diversos que no podría desarrollar en el presente Tr.•., pero que podría sintetizar en una lucha incansable en contra del adoctrinamiento radical y la ignorancia, a través de la promoción del diálogo abierto y respetuoso en el que se conciba la diferencia como eje articulador de una sociedad dinámica, así como Mall.•. y Cin.•. Que podrían llevarnos a romper paradigmas y coadyuvar al mejoramiento continuo, y al desarrollo sostenible.
Para cerrar me gustaría que cada uno de nosotros se planteara las siguientes inquietudes a fin de contribuir a la autorreflexión en torno a nuestro actuar tanto en la vida Mas.•. como Prof.•.
¿Cuándo alguien manifiesta una postura ideológica diferente a la mía siento desagrado hacia esa persona?
El sueño de la razón produce monstruos Francisco de Goya Museo del Prado, Madrid |
¿Si me encuentro inmerso en una discusión siento la necesidad de tener la razón?
¿Considero pecaminosos, inferiores o antinaturales a otros por el hecho de pensar, vivir o verse de una manera diferente a mis expectativas?
¿Pienso que algunas vidas tienen mayor valor que otras?
¿Constantemente juzgo la realidad y a las personas en términos de lo que considero bueno o malo?
¿Estoy seguro de ser bueno y nunca haber dañado a otro con mis palabras o acciones?
¿Cuándo las acciones de alguien me dañan siento rencor y no perdono?
Estas son sólo algunas de las cuestiones que sería importante plantearnos como parte de nuestro trabajo interno, a fin de garantizar la renovación de nuestros templos y la coherencia en nuestros discursos, especialmente porque nuestra condición de Cons.•. así lo exige.
Es mi palabra.
CAAH
M:. Mas:.