Me es grato hablar de las experiencias
relacionadas con mi iniciación, en principio trataré en una forma sencilla, de
expresar mi búsqueda de saber el principio de mis orígenes ¿De dónde vengo?,
¿Quién soy? ¿Y hacia dónde voy?, ¿Cómo espero llegar allí?.
Para iniciar el camino de la masonería, recorro
un camino al cuarto de reflexiones para tomar el examen de si misma, lo que me
permitió penetrar en mi mundo interior y revisar a solas lo que soy y lo que
espero ser. Para comprender inteligente y conscientemente el camino de la
búsqueda.
Todo el que ha reflexionado suficientemente en
este cuarto oscuro y ve pasar su vida en ese momento, debe tomar la ceremonia
de iniciación con la misma madurez y la necesaria comprensión para poder
participar efectivamente y no formalmente.
Campesinos Alipio Jaramillo Giraldo Museo Banco de la República, Bogotá |
Mi experiencia en el proceso de iniciación, fue
como si se detuviera el tiempo, me encontré sola, y pude analizar todo el
entorno desde otro punto diferente, no podía reconocer donde estaba, pero sabía
que estaba rodeado por muchas personas, sin embargo estaba sola, en esta
primera parte me permitió recordar que aunque estemos llenos de personas hay
momentos en la vida que necesitamos de la soledad para descubrirnos nosotros
mismos.
Este proceso me permitió reconocer que debo
trabajar en mi propia personalidad hasta llegar a través del trabajo,
acompañada por mis HH:. Y acogida por este taller, a lograr la intensidad de la
luz de la verdad masónica, a la talla perfecta de una piedra ahora basta y
bruta, a la búsqueda de la verdad.
En el silencio la escuadra y el compás hicieron
que en mis pensamientos encontrara mi templo interior, allí existe la amplitud
de mis sueños medidos en grados y en la longitud mi razón, comprendo que mis
pensamientos deberán lindar donde empiezan mis sueños y termina la Razón. Deseo
decir que mis enseñanzas en el grado han sembrado dudas en el corazón, pero
ello ha ejercitado mi talento, mi entendimiento y de cierta manera desarrollado
inteligencia reconociendo que aunque existiere la fragilidad propia del carácter
mío como mujer, la templanza debe sobreponerse porque la fortaleza es la
característica que dará firmeza a mi templo interior, mediante pulir la piedra
bruta que constituye el inicio a la inmensidad del espíritu.
Debido a que somos reproducciones del universo,
que somos partes inseparables del mismo y que este se halla dentro de nosotros
cada paso que realizamos en nuestro camino evolutivo constituye una iniciación
universal, pues todo el universo participa en ella.
Como aprendiz para el proceso evolutivo de mi
ser, se me han entregado tres herramientas que son: La regla de 24” que me
permite medir los avances alcanzados en la obra Masónica; el Cincel de la
inteligencia y la fuerza de voluntad que simboliza el Mazo, me permiten pulir
las aristas de mi mal carácter, mis errores y defectos extraídos de mi vida
profana.
Para llegar a ser masónicamente una persona con
inteligencia esclarecida, sentimientos ennoblecidos y voluntades intrépidas el
taller abre las puertas a personas libres y de buenas costumbres para la
búsqueda de su perfección espiritual.
Debo resaltar, que a partir de mi iniciación
asumí la elevada y noble posición de ser Masón, y desde ese gran momento sentí
que tenía que empezar un nuevo camino de grandes dificultades para lograr
grandes conquistas. Las que se harán realidad a través del esfuerzo y la
voluntad que le ponga, al amparo del apoyo fundamental que me sepan brindar los
Respetables y Queridos hermanos, bajo los pilares de la Libertad, Igualdad y
Fraternidad.
Es por esto que el universo me brinda un regalo y una oportunidad
de hacer parte de esta prestigiosa Logia.
Es mi palabra,
LVMP
Apr:.Mas:.