sábado, 9 de mayo de 2020

Del COVID19 a la vida en HD


La pandemia por COVID 19, a diferencia de la última gran epidemia de gripe española de 1918, encuentra una sociedad absolutamente diferente en tan solo 100 años. Los avances de la sociedad actual han sido tan acelerados, que en los últimos 20 años dimos un giro dramático en todos los aspectos posibles de la humanidad; la puesta en marcha del internet y la consolidación de la sociedad digital, modifico para siempre la manera de relacionarse y convirtió al mundo natural en algo obsoleto y secundario, dando paso al mundo virtual, moderno y tecnológico.
Esta pandemia en especial, nos encuentra interconectados al máximo, tanto que los eventos benéficos para mitigar el efecto económico del asilamiento, se hacen en línea, y desde los rituales religiosos, hasta los encuentros familiares, ahora se hacen en una pantalla y con audífonos.
No obstante, y a pesar de los avances, parece que lo que no cambia es la desigualdad social, que desde tiempos antiguos va de la mano con la historia de la humanidad.
Chistian Steagall Conde
2020

¿Podría esta crisis global dar lugar a algún tipo de revolución social? Una revolución tan inédita como la misma pandemia; que fuese acometida sin grandes movilizaciones y se viera soportada mediante reformas de gran impacto. Que contemplara unas reglas de juego menos determinadas por los intereses estrictamente económicos. Que generara un contrato social nuevo y nunca antes visto, que partiera de las prioridades vitales de todos los ciudadanos.

En los últimos meses hemos presenciado dos fenómenos interesantes, el primero es que el virus es una suerte de justiciero, ya que a pesar de que la población más afectada son los hombres de mayor edad, la infección no discrimina a pobres de ricos, a blancos de otros colores, a judíos, musulmanes o cristianos, ni pone en la balanza la identidad de género, los gustos musicales o el saldo en el banco.
Este virus nos ha recordado que todos somos vulnerables y susceptibles, y mientras no se conozca un fármaco efectivo contra la infección o se desarrolle una vacuna todos estamos en riesgo de encontrar algo, que para algunos es una idea lejana, la muerte.
El otro fenómeno llamativo es que durante esta situación recobraron valor algunas cosas que habíamos dejado de lado y que parecían obsoletas o pasadas de moda, entre ellas, el valor del contacto con el otro, la socialización real y natural, el abrazo, la mirada y la calidez de otras manos.
Con toda seguridad y por un tiempo, una vez logremos superar las fases más críticas de la pandemia, volveremos a encontrarnos y ojalá volvamos a la mesa, pero sin tener que estar mirando el celular todo el tiempo, ojalá volvamos a las calles, pero a disfrutar del paisaje y de ver pasar a otros, y no a transitar como hormigas sumidas en un aislamiento interno y voluntario con unos audífonos blancos e inalámbricos. Seguramente reconoceremos de nuevo nuestro medio ambiente y nos vamos a maravillar de nuevo con el aire limpio y las montañas verde azules del horizonte, pero ojalá no volvamos a considerar el ambiente como algo externo, diferente de nuestra esencia humana, y no continuemos llenado los mares de plástico, la tierra de icopor, y los ríos de costales de escombros.
Nos hemos encontrado en medio de una pandemia global, que no discrimina, pero que nos ha dado la posibilidad de ver hacia el exterior y hacia el interior, de reconocer el mundo en el que vivimos; el de afuera, sagrado, natural, prístino y poderoso; el de adentro, enigmático, personal, reconfortante y productivo.
Se nos pide quedarnos en casa el tiempo que haga falta y no caer presas del pánico. Debemos hacer un ejercicio simultáneo de responsabilidad individual y social, para no contagiarnos y no propagar la epidemia. Salvar nuestras vidas es una prioridad indiscutible. En contadas ocasiones un desafío nos plantea que todos nos lo jugamos todo al mismo tiempo.
Sin embargo, la crisis de la pandemia podría generar una revolución colectiva promotora de cambios significativos en una sociedad en donde resulten más equilibrados el interés personal y los deseos colectivos.
Es mi Palabra
GGC
M:.M:.

1 comentario:

  1. Mis QQHH, Sobre del COVID 19 a la vida en HD, tal vez uno de los aspecto mas importante de analizar, proyectar y desarrollar como sociedad es, como queremos que sea la Revolución colectiva promotora de cambios significativos en una sociedad en donde resulten más equilibrados el interés personal y los deseos colectivos, cual es nuestras participación para que esto se de con Justicia Social, como cambia mi papel de espectador a la trasmutación del nuevo escenario del panorama socioeconomico mundial. DMPE

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