Las grandes empresas siempre empiezan como idea vaga, una proyección de nuestros pensamientos en los posibles devenires, un anhelo, un sueño.
La masonería ha trascendido y
se ha mantenido a pesar de las vicisitudes, desde persecuciones políticas e
ideológicas hasta las crisis pandémicas de las nuevas formas de comunicarnos,
desde las reuniones clandestinas bajo techo y a cubierto, a las
teleconferencias e interacciones de las poderosas redes sociales.
Hoy nuestro taller, nuestra
amada logia, logra alcanzar 30 años de trabajos, años que han significado el
esfuerzo, la templanza y el empeño de varias decenas de obreros calificados,
canteros, escultores y arquitectos, dignos de una obra que nunca acaba, pero
que se erige hacia la luz de la verdad y al progreso de los seres humanos.
En 1991 fueron levantadas las
columnas de nuestro templo, en pleno final de la guerra fría, en medio de una
convulsionada Colombia que apenas despertaba para hacer real el estado social
de derecho y separar el poder del estado del poder del clero, dándole
modernidad a una nación siempre vibrante, siembre diversa, siempre compleja.
La asamblea nacional
constituyente que en 1991 proclamaría una nueva constitución, daría avances
significativos para nuestro país como la transición a una república con
autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la
solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés
general.
Nuestros hermanos fundadores,
algunos presentes, la mayoría ausentes, dieron los primeros golpes de mallete,
y a fuerza de voluntad empezaron a pulir una piedra bruta personal que se
volvió colectiva, le fueron dando forma a unas columnas firmes sobre las cuales
pudieran construir un magnifico templo al servicio de los ideales humanos.
Hermanas visionarias con
anhelos de igualdad, hermanos valientes con deseos de progreso, hermanas y
hermanos con un sueño común, franmasones comprometidos con las causas justas y
los futuros merecidos.
En aquellos años y en vista
del interés de algunos miembros de la masonería Pereirana por lograr la
inclusión de hombres y mujeres en los trabajos, se logró el contacto con la
Resp Log Fraternidad de occidente al Or de Cali Valle del Cauca, donde se
habían iniciado ya algunas hermanas que desde entonces buscaban un vínculo
oficial con la OMMI al Or de Francia. En vista de ello se invitó a algunas
posibles candidatas, quienes aceptaron gustosas este nuevo reto para una ciudad
en continuo desarrollo. Así fue que se iniciaron en la logia de Cali y un año
después estarían iniciando a dos nuevas aprendices más, aportando así a la
fundación de nuestro taller.
Al mismo tiempo en otras
regiones de Colombia crecía el interés por la masonería mixta y tanto en
Barranquilla como en Bogotá aparecieron logias mixtas afiliadas al derecho
humano, por lo cual, y luego de esfuerzos de los hermanos de los tres orientes
se decidió dar un paso más, organizarse en una jurisdicción de la OMMI.
Hoy 30 años después, hemos
heredado las banderas de la fraternidad, de la igualdad y de la libertad, en un
campo labrado con las magníficas herramientas de los maestros que recorrieron
el camino antes que nosotros, que dejaron huellas tan profundas que sería
imposible no seguir el rastro, un camino que se dirige hacia la luz, una luz
que todo lo ilumina, un resplandor de verdad y de amor entre iguales.
Somos maestros, compañeros y
los aprendices unos de otros, somos aprendices que, desde la plomada de sus
pensamientos, han recorrido el nivel desde sus convicciones y se han elevado
hasta lo alto, donde solo el compás se alza para trazar el camino.
Queridos hermanos
francmasones, hoy estamos de fiesta porque nuestra amada logia ha llegado a su
tercera década, somos hoy los responsables de preparar el camino para los
siguientes 30 años, otros serán los que los conmemoren, otros diferentes a
nosotros entrelazaran sus manos en una cadena de unión infinita y atemporal,
otros representaran nuestros ideales, nuestros sueños, nuestras convicciones,
otros recordaran que en el año de la primera pandemia del siglo XXI, nosotros,
acompañados por nuestros hermanos y hermanas, y en perfecta unión fraternal
fuimos felices en colectivo, celebramos juntos y nos miramos a los ojos con esa
manera tan sincera que solo se logra cuando somos hermanos.
Nuestra construcción se
enriquece de la diversidad de pensamiento, de las diferentes perspectivas de la
realidad, de la dinámica propia de cada miembro y de la delicada interacción
intelectual entre hombres y mujeres.
Las propuestas emanadas desde
una logia mixta representan la integralidad, el consenso y la concertación que
solo una institución libre de dogmas, de prejuicios y de estereotipos puede
propiciar.
Larga vida a la masonería
mixta y a la OMMI Le Droit Humain el Derecho Humano.
Larga vida a la masonería en
Pereira y sus logias del Derecho Humano.
Larga vida a la Resp Log 1545
Jaques de Molay.
Larga vida a ustedes mis
queridas hermanas
Larga vida mis queridos
hermanos.
Es mi palabra VM.
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