Lo primero que se debe decir es que el grado de
aprendiz ubica aún masón en una posición de aprendizaje continuo en nuestra
orden masónica, puesto que iniciamos una senda en la cual tenemos que hacer uso
de nuestro intelecto, aprovechando al máximo nuestra capacidad para comprender
y razonar, siempre enfocando nuestros conocimientos para la elaboración de un
proyecto de vida.
Además, esta primera etapa para nosotros los Masones se nos da las herramientas necesarias para realizar nuestra tarea del despertar de conciencia, todo con el único fin de continuar con el mejoramiento de nuestro ser, de iniciar a pulir la piedra bruta que es en si el camino final, y nuestro objetivo, máximo.
En esta primera etapa, de aprendizaje con conciencia, inicie dando una mirada a mi propio ser, hacía en mi interior, que es en sí, quizás donde debe iniciarse cualquier proceso de crecimiento espiritual. En esta etapa he adquirido conocimientos concretos, que me han ayudado a modificar mi conducta, y he utilizado todo este conocimiento en forma creadora, útil y práctica, en mi vida cotidiana.
En el grado de aprendiz también he aprendido la paciencia y a escuchar, pues a veces como personas dejamos que nuestro ego nos obligue siempre a imponer nuestro punto de vista, y este grado de aprendiz nos enseña a escuchar tanto a nuestros maestros como a nuestros compañeros, los cuales aportan en nuestra vida conocimientos sumamente valiosos. Igualmente, se inculca el valor de la paciencia puesto que como buenos profanos que estamos iniciando una vida espiritual queremos de manera rápida alcanzar la maestría sin saber que esta misma requiere tiempo y conocimiento.
El despertar de la conciencia
Mariano Valdivieso, 2015
https://artenet.es/cuadros/el-despertar-de-la-conciencia
Al momento de hacer mi introspección en este primer
grado, me llego de nuevo a mis manos un kit “para gestionar nuestras
emociones”, la cual nos fue regalado por nuestra querida y gran hermana Esneda
González, la cual está en el oriente eterno, en nuestra primera reunión.
En este kit, como era su costumbre, nos dejó plasmado una pequeña parte de su sabiduría; este pequeño kit contenía:
• Un globo: el cual tiene como objetivo gestionar nuestras emociones no controladas, para inflarlos y desinflarlos con ellas (iras, celos, alegrías, tristezas, y más). Las cuales las debemos reconocer, aceptar, identificar, y soltarlas al desinflarlo.
Al mirar estos cuatro elementos, pude ver como esta gran Maestra, nos enseño en este momento, el significado del primer grado. En el cual, por medio del autocontrol de nuestras emociones y su reconocimiento, nos ayuda a pulir nuestro trabajo interior, a través del autoconocimiento, teniendo siempre de presente ser siempre flexibles, para poder llegar a ser personas conscientes y que con solo nuestra presencia podamos ser ese bálsamo de Galaad, el cual sana las heridas y borra las cicatrices, de los seres de nuestro entorno.
Si bien es cierto, el periodo de aprendiz es solo la primera etapa de la Masonería, también es cierto que esta etapa nunca termina, siempre seremos esos eternos aprendices en busca de nuestra perfección como seres humanos, siempre en la búsqueda de pulir nuestro ser interior.
Es mi palabra
LPVR
Apr:. Mas:.
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