viernes, 10 de marzo de 2017

TESTAMENTO PARA NACER

“La vida es un constante proceso, una continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer”
(Hermann Keyserling)

Tome la frese de Hemann para interpretar, ese momento vivido cuando inicie este hermoso camino, siendo para mí un nuevo nacer como persona ante la vida profana que seguía, es una transformación de las diferentes costumbres para así tomar conciencia de mis deberes y la relación constructiva conmigo y con los demás. El testamento Filosófico es una preparación para la vida nueva del espíritu a la cual tiene que renacer.

Como primera medida el testamento es un deber que tenemos que asumir a la hora de nacer, y después, el deber de ser el ejecutor de todas nuestras intenciones, en un programa de vida que se deberá realizar con una comprensión más luminosa de las relaciones, con el deber de reconocerse y establecerse interiormente, y no basado en creencias o prejuicios, indiferentes si son positivos o negativos. Lo que más me agradó es el simple hecho que en ningún momento de mi iniciación se me preguntó cuáles eran mis creencias o mis inclinaciones filosóficas, antes vieron esa piedra bruta que estaba en una búsqueda constante de transformación; así contribuyendo un poco más a lo que la sociedad quiere encontrar, pero con un camino que no es fácil de recorrer identificando el papel que tomé en este mundo.

Ahora bien con las preguntas que se encuentran en el testamento sobre ¿Cuáles son vuestros deberes hacia Dios? Y ¿Cuáles son vuestros deberes hacia vosotros mismos? Puede ser contestaba basado en el Principio Universal de la vida que cada uno tiene, ligado a reconocer su vida exterior y que se halla íntimamente relacionado con lo que el mismo es interiormente, y como  con la compresión de esta relación tiene en si el poder de dominarla y dirigirla constructivamente. 



Una expresión del Libro del Aprendiz dice que somos manifestación concreta de, “lo que el mismo se ha hecho y se hace constantemente, con sus pensamientos consientes y subconscientes, su manera de ser y su actividad”. Siendo un deber de cada uno hacerse llegar a ser una siempre más perfecta expresión del Principio de Vida.

Y en cuanto a los deberes hacia la humanidad, se puede decir que debe acostumbrarse a ver en todos los seres otras tantas manifestaciones del mismo Principio Único de Vida, y sabiendo que, él es por fuera lo que es y se hace por dentro; de ahí se establece cual es  la relación con la humanidad, y siendo como resultado la Fraternidad.

El testamento representa para mí una nueva vida, formándome cada día en la mejor manera para ejecutarlo, siendo esta la preparación necesaria para los viajes o etapas sucesivas de progreso que me esperan.



Es mi palabra.

LVMP
A:.M:.

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