El ser humano es en esencia un
ser simbólico, su desarrollo desde los ámbitos cognitivo y social parten de la
capacidad para la transmisión de conocimiento a través del uso de elementos
culturales que denominamos símbolos, entre los que se pueden destacar el
lenguaje y las artes en sus diferentes manifestaciones, éstos han servido como
referentes para el desarrollo de las diferentes culturas, al respecto considero
importante resaltar que cada cultura recicla elementos simbólicos de aquellas
que la precedieron, enriqueciéndolos a partir de la dotación de nuevos
significados, por lo que podríamos asegurar que ninguna cultura desaparece en
su totalidad, sino que trasciende a partir de los elementos simbólicos que son
transmitidos durante el proceso de desarrollo cultural.
Los pueblos latinoamericanos
son prueba fiel de que el proceso de colonización nunca exterminó en su
totalidad los símbolos culturales de nuestros ancestros, por el contrario, el
encuentro de diversas culturas provenientes de lugares tan distantes durante el
periodo de la conquista, generaron una mixtura cultural que dotó de
innumerables significados los elementos simbólicos que convergieron en el
denominado nuevo mundo, formando una amalgama bastante compleja de creencias y
rituales que en teoría deberían ser excluyentes, pero que se sedimentaron para
coexistir y garantizar su supervivencia; tal es el caso de la santería, traída
a América por las hordas de esclavos africanos, quienes con el fin de garantizar
su preservación hicieron uso de imágenes sagradas de la religión católica,
atribuyéndoles la personalidad y poderes de los emisarios del dios pagano
Olorum, a quienes denominaban Orisha, además de incluir algunos conocimientos
ancestrales, así como el uso de herbolaria propia de las culturas indígenas que
poblaran estas tierras ates de la invasión europea; este hecho se puede
evidenciar en productos culturales como aquella canción que dice.
Símbolos Quimbayas. Museo del Oro, Bogotá Colombia |
Orisha Anónimo |
“Santa Bárbara bendita
para ti surge mi lira
Santa Bárbara bendita
para ti surge mi lira
Y con emoción se inspira
ante tu imagen bonita
Que viva changó, Que viva changó, Que viva changó
Que viva changó Señores”
Bárbara Miller en su manual de Antropología Cultural nos define el símbolo como “un objeto, palabra o acción con sentido definido culturalmente, que representa algo con lo cual no guarda ninguna relación necesaria o natural. Los símbolos son arbitrarios (no tienen una relación necesaria con lo que simbolizan), impredecibles y diversos. Dado que son arbitrarios, es imposible predecir cómo simbolizará algo una cultura determinada”. En este sentido, es importante resaltar que la existencia humana guarda estrecha relación con los símbolos, los cuales hacen su aparición desde los orígenes de la civilización, hecho que se encuentra plasmado en los más antiguos vestigios de la existencia humana, principalmente a través de representaciones pictóricas, tallas y esculturas que hacían referencia a aspectos como la caza, la supervivencia y la fertilidad.
La Mas:. Como sociedad de
carácter Inic:. Que ha debido soportar persecuciones de diversa índole, se ha
valido del uso de símbolos, representados en (PPal:., AAleg:., HHerr:, TToq:.,
etc.) para la transmisión de su conocimiento y tradición, a fin de garantizar
su preservación. Cabe anotar a este respecto, que la condición arbitraria de
los símbolos permite que cada uno de los HH:. los dote de nuevo significado a
partir de su experiencia vital, por tal motivo la Mas:. se considera libre de
dogmas y se promueve la reflexión para garantizar la evolución del ser humano y
la construcción de TTem:. Individuales y colectivos que sean fortalecidos a
través de la aplicación de los principios fundantes de la Ord:., hecho que se
advierte de manera Sim:. desde la ceremonia de Inic:., donde tras atender al
llamado de las puertas por parte del aspirante a Ap:. Mas:., las luces del
Tall:. Hacen referencia a esta característica con el fin de incitar al neófito
a continuar su búsqueda a través de la interacción con los símbolos.
Seg:. Vig:. Aquí, todo es símbolo. Busque y
encontrará.
Pr:. Vig:. Aquí todo es símbolo. Toque y le abrirán.
V:.M:. Aquí, todo es símbolo. Pida y le
contestarán.
El proceso de aprendizaje a
través de la interacción con los símbolos es inherente a todas las culturas,
hecho que es acuñado por Miller quien asegura:
“Dado
que la cultura se asienta en símbolos arbitrarios, debe aprenderse de nuevo en
cada contexto. El aprendizaje cultural comienza desde el momento mismo del
nacimiento, si no antes (hay quienes piensan que los bebés reciben y asimilan
información antes de nacer por los sonidos del mundo exterior). Una proporción
enorme, aunque desconocida, del aprendizaje cultural de las personas es
inconsciente, se produce como parte de la vida normal mediante la observación.
En contraste, las escuelas con un medio formalizado de adquirir cultura. No
todas las culturas habidas en la historia han estado sujetas a la
escolarización formal. Escuchar historias y presenciar espectáculos y rituales
son, desde hace mucho, formas de aprendizaje”.
Al
recordar el proceso de Inic:. es posible identificar todos los elementos
descritos por la autora, teniendo en cuenta que el proceso de preparación y espera
previo al ingreso al Tem:., implica una reflexión silenciosa en la que el
aspirante es privado de su visión, guardando estrecha semejanza con la
condición uterina, seguido por una serie de estímulos y vivencias que no es
menester del presente Tr:. Abordar. De otra parte, a lo largo de su tránsito
por el Pr:. Gr:., el nuevo Ap:. se ve expuesto a una serie de símbolos que
tienen como objetivo expandir su capacidad de entendimiento, así como la
interiorización de conocimiento a través de alusiones que pueden ser implícitas
o explícitas, esto con el fin de garantizar que la experiencia de aprendizaje
Inic:. sea totalmente vivencial y espontánea, evitando siempre caer en procesos
de adoctrinamiento ideológico, los cuales van en contravía de la filosofía
Mas:..
Una vez abordada la temática
propuesta, sólo me queda recordar que cada uno de los Gr:. Sim:. de nuestra
organización implican el aprendizaje de nuevas PPal:. SSag:., HHer:., NNum:.,
TToq:. y Rit:. simbólicos que deben ser interiorizados desde una apertura de
consciencia y respeto por los Rit:. que nos permitan adentrarnos en su
significado más profundo, a fin de lograr su aprehensión e inserción en nuestra
forma de pensar y actuar.
Para cerrar, quiero
compartirles esta frase que se me cruzó por el camino, cuyo autor desconozco, pero
considero pertinente.
“Al
medrar, crecen en torno a nos, sombras del presidio”
Lo anterior nos plantea una
realidad, partiendo de la premisa que nuestra condición de Inic:., más que un
honor o un privilegio, implica una serie de responsabilidades y obligaciones
derivadas de nuestro proceso de aprendizaje en torno al uso de las HHerr:. SSim:.
el cual, necesariamente debe transformar nuestro interior, pero también permear
nuestro pensar, sentir y actuar, llevándonos a asumir un rol activo como
agentes de desarrollo social y transformadores de la cultura.
Es mi palabra.
CAAH
M:.M:.
CAAH
M:.M:.
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