martes, 12 de marzo de 2019

La medicina frente a la sociedad del riesgo

La evolución social de la cual somos actores y espectadores, parte y arte, víctimas y verdugos era ya un proceso humano que estaba mostrando su matizado perfil y su camaleónico comportamiento hace más de un siglo y que, aunque los esbozos de su impacto eran solo figuras de humo que se elevaban difusas entre los análisis de una sociología incipiente, su carácter y su acelerada influencia, era un proceso irrefrenable como muchos de los que caracterizan a la especie humana. La modernidad y sus riesgos adquiridos e inherentes, determinan los nuevos patrones de comportamiento económico, social y demográfico, causando una redistribución de las oportunidades individuales y colectivas, apuntando a una moderada, pero efectiva diferenciación de poderes. La contaminación urbana y medioambiental, los efectos de la telefonía celular o del tabaquismo pasivo son algunas manifestaciones recientes de una problemática central para comprender la dinámica social contemporánea. Es otra forma de mirar al mundo actual profundamente transformado por el conocimiento científico y la innovación tecnológica: es la mirada a las amenazas generadas por esa transformación y puestas de manifiesto por ese conocimiento. Es el lado oscuro de la sociedad del conocimiento.

La nave de los locos
El bosco
Museo de Louvre, Paris
Los parámetros de comportamiento social se han adaptado, desde lo simple y nuclear, como la familia o las comunidades humanas limitadas por idiomas, creencias, rituales y símbolos, hacia un sentir colectivo general, global, desnaturalizado y socialmente difícil de predecir y manejar. Ulrich Beck acuño su idea como la sociedad del riesgo definiéndola como "Una fase de desarrollo de la sociedad moderna donde los riesgos sociales, políticos, económicos e industriales tienden cada vez más a escapar a las instituciones de control y protección de la sociedad industrial". Los individuos de una sociedad en proceso de globalización son parte de un sistema que busca homogeneizar el producto y hacerlo maleable. No obstante los riesgos de una política de apertura a la oportunidad implica el nacimiento y desarrollo de iniciativas de cambio que se gestan en el seno de las tertulias y que se hacen generales en menos de lo que esperarían los sistemas de control. Es así como los seres humanos han visto el auge de movimientos sociales, de grandes convocatorias ciudadanas y de movilizaciones inimaginables a principios del siglo XX. La toma de decisiones populares así como la participación de las mujeres en el marco de una democracia excluyente y patriarcal, impulsaron una nueva era en la historia del breve paso de los hombres por un planeta que creen propio y al cual explotan y delimitan, como si no fuéramos todos parte de un sola maquinaria grupal y cambiante, fluctuante en su forma, pero estática en su esencia humana.

La sociedad contemporánea es una mezcla de ideas y de raciocinios académicos fundamentados en el método del ensayo y el error, donde las variables que influyen sobre los objetivos deben ser aplicables  de la manera más general y objetiva posible, buscando la homogenización de los conceptos y la optimización de unas  estrategias que logren el más acertado impacto sobre la problemática planteada. Es en este proceso en el cual la medicina busca un camino para dejar las improntas de su quehacer diario, y que las generaciones futuras reconozcan los nutridos aportes de una ciencia que se confunde fácilmente con el arte y el sentimiento. La identificación de factores medioambientales, genéticos  o laborales que impactan en el estado de salud general e individual, conducen a la elaboración de planes de salubridad pública, que terminan aplicándose a comunidades específicas y a la intervención eficaz del proceso salud – enfermedad, desde lo simple a lo complejo y desde lo básico hasta lo especializado.
Es fundamental el rol que cumple el médico como actor y agente de cambio directo sobre el bienestar de su comunidad, el impacto se puede determinar visualizándolo cómo una estadística o una  variable cuantificable: la mortalidad y sus causas o la posibilidad de sobrevivir a determinada patología de alto costo. Pero es en el campo de la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud donde se consigue, de manera ética y responsable, el verdadero objetivo de nuestra profesión. Es este el  escenario histórico y social donde la ciencia y la tecnología ganan cada día mas terreno al proceso de deterioro físico, mental, cognitivo y de calidad de vida de los seres humanos, y en el cual la labor de detección de los factores que influyen de forma directa o indirecta sobre los estados mórbidos, juega un papel preponderante y definitivo con respecto al resultado  a mediano y largo plazo.

Este modelo social que se expone a los riesgos de su propia osadía y que apuesta a la oportunidad económica sin tener, al menos, una vaga idea en cuanto a la prevención de los estragos de su desmesurado crecimiento, debe percatarse de que su “evolución natural”, perdió el carisma que esas dos palabras le imprimen a un proceso de cambio que ya no tiene rumbo fijo desde el punto de vista humano y filosófico. Las evidencias son claras: El desastres medioambiental global, la perdida progresiva de las reservas de bosques, el riesgo radioactivo , el  desplome de la economía y las pandemias de las ultimas décadas son muestras palpables del resultado de apostarle sin temor a una sociedad construida en el interés económico y que no tiene en cuenta las individualidades, las costumbres, las tradiciones y los afectos que dan cuenta de nuestra condición humana. Una humanidad que es el origen primigenio de las intimas relaciones que se dan entre seres humanos diferentes y diversos, comprometidos con una causa común, en un marco social difícil y cambiante sometido a los riesgos inherentes de su variabilidad. Su labor tiende a lo social y tiene su núcleo en lo personal e individual, tratando cuerpo y alma como un conjunto inseparable de esencias y de manifestaciones, la medicina es su método, pero es el compromiso por los demás y la construcción de una sociedad mas justa es su objetivo final.

Es mi palabra


GGC
MM:.

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