Existe
una semejanza entre el aprendiz y la inquietud de los niños por el
conocimiento, partiendo del hecho que ambos son en esencia investigadores.
Sabemos que hay una edad temprana en la que todo niño es un manojo de preguntas
que ninguna respuesta logra satisfacer.
Entre
ellas las preguntas más frecuentes que nos podemos encontrar en el proceso de
iniciación de los masones es el que, el por qué y el para que de las cosas de
este mundo, que nos persiguen hasta el último instante.
A
lo largo de la historia, se han impuesto con más entusiasmo los temas
relacionados con la religión que aquellos que competen a la educación y el
desarrollo de la niñez para un mejor mañana. De ahí surge en el mundo la idea
del mal. Porque el ser humano es el único que se rebela contra su destino, que
crea o descubre un dios para tener a quien agradecer por los placeres y los
enigmas del mundo o de quien quejarse por las desgracias y los horrores del
universo.
Esa
carencia, ese sentimiento de vacío, es lo que nos impulsa a movernos, a obrar y
a transformar. Y por esto puedo manifestar con alegría que hacer parte de un
proceso de crecimiento del ser y del saber hacer, genera unas fibras finas para
orientar desde el amor por lo que se hace y con el corazón para lo que se
quiere generar. Es conveniente saber también que la paz solo prospera en la
diversidad, y que la verdadera igualdad consiste en ver cada quien como alguien
único y original, y no permitirle sin embargo ninguna arbitrariedad que lesione
a los otros.
Podemos
deducir también que no se necesita emitir un juicio antes de conocer porque
nuestra visión sesgada de la realidad nos puede inducir a equivocaciones. En el
caso de la maleza más bien tendemos al exterminio, llamamos maleza a las
plantas cuyas propiedades desconocemos o en las cuales no estamos interesados.
Del mismo modo, por considerarlos malsanos e inútiles, los humanos dedicamos
durante siglos a desecar los pantanos del mundo, y hoy los científicos
descubren que destruimos una de las fuentes más eficaces de oxigenación de la
atmósfera, porque los pantanos almacenan carbono.
Ahora bien, no se trata de cuanta información
puedan darnos, de cuanto conocimiento puedan transmitirnos, sino de qué clase
de seres humanos están formando; no es problema de información, es sobre la
clase de personas que se forman allí.
Entonces, ¿es solo cuestión de desaprender? Y todo aquello que aprendemos ¿sirve para la vida, o simplemente para
ejecutar una tarea?
(Algunos extractos fueron tomados del libro "El taller, El templo y El hogar" de William Ospina)
(Algunos extractos fueron tomados del libro "El taller, El templo y El hogar" de William Ospina)
Es
mi palabra
LVMP
C.:
M.:
Sobre las suaves fibras del cerebro se crean las bases de los imperios más sólidos “foucault”, es un tema muy complejo, hasta los intelectuales llegan a caer en errores, sesgos,y lagunas y así hegemonizar falacias bien construidas.
ResponderEliminarQue irrespeto con el gran escritor William Ospina, por lo menos diga que se copio de uno de los ensayos del libro: El taller, el templo y el hogar.
ResponderEliminarMuy bien señor Herlin tiene toda la razon
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