Hace poco se hablaba en los medios de comunicación sobre el papel de la masonería en la sociedad moderna y el periodista se cuestionaba sobre la vigencia de un método antiguo en la sociedad moderna.
¿Sería adaptable a lo
moderno? ¿La masonería es un método anacrónico? ¿Los jóvenes de hoy podrían
pretender ser masones?
En mi experiencia
pensaría que el método masónico alegórico y simbólico por excelencia, sigue
estando vigente a pesar de los drásticos cambios de contexto a los cuales se ve
expuesto, y de los cuales se reviste para incursionar en una modernidad de
desafíos y de retos intelectuales.
El origen humanista y
social de la masonería apunta hacia un abordaje particular del conocimiento y
de los modelos estructurales de pensamiento que ponen al ser humano y a su
dinámica social en el primer plano de estudio y de intervención, siendo la
transformación personal de cada uno de sus miembros el paso fundamental para el
cambio colectivo.
Mucho se habla
entonces, del método masónico y de su manera singular de operar, permeando el
modo en el que nos apropiamos de los conceptos y la manera en que los
aprovechamos en bien de la construcción de nuevas propuestas de desarrollo. No
obstante y aunque el conocimiento es evolutivo y dinámico, el método masónico
continua insistiendo en una forma de aprendizaje basada en la interpretación de
símbolos y rituales que persisten en el tiempo y que evocan tiempos pasados y
misteriosos.
Por su parte, el aprendizaje
es una construcción, en su mayoría consiente, en torno a situaciones del mundo
que nos lleva a elaborar ideas de la realidad a través de representaciones,
haciendo uso de las habilidades del pensamiento. Estas representaciones son los
conceptos que elaboramos o replicamos y que permiten configurar modelos desde
los cuales interpretamos, explicamos, predecimos, evaluamos, escribimos y
creamos nuevo conocimiento para interactuar en contextos sociales y naturales.
En este aspecto debemos
tener en cuenta que el conocimiento es amplio y que la profundización en
ciertos aspectos y ciertas ramas de la ciencia es inevitable. Por lo tanto cada
uno de los iniciados en un universo de saberes, experiencias y vivencias que
hace que la estrategia metodológica deba ser flexible y adaptable a las
personas y sus contextos.
Ahora bien, la
controversia crece cuando se habla del tipo de acompañamiento a los iniciados
en su proceso. Desde el punto de vista didáctico hay tres componentes
planteados por Chevallard que conforman un triángulo donde, en los polos están
situados: el saber, el maestro y el aprendiz y en su centro se ubica el
conocimiento, siendo este, el resultado de la interacción de sus tres
componentes fundamentales. El papel de cada uno es definitivo para llegar a un
proceso de desarrollo cognitivo que pueda ser operativo en la realidad, pero
¿Cuál de los tres es el más importante? Teniendo en cuenta que 1. El saber
puede ser tan complejo o tan simple que el aprendiz podría confundir el camino
a su abordaje 2. El maestro puede influir de diversas maneras sobre el proceso
de aprendizaje y puede sesgar el descubrimiento de lo esencial y 3. El aprendiz
podría iniciar su formación sobre bases poco estructuradas y en ocasiones
erróneas.
Telón del teatro Heredia Enrique Grau- 1988 |
He aquí el secreto de
un método antiguo en una sociedad moderna.
La masonería ha
explorado diversas formas de dinamizar este triángulo, común otras formas de
aprendizaje, y ha intentado crear un camino hacia la transformación del saber
en conocimiento colectivo, útil para la propuesta de desarrollo que trae
implícito un método poco neutral en aspectos políticos, sociales y de acción
para un mejor futuro.
El papel del maestro
masón en esta estrategia de aprendizaje del conocimiento está enfocado en
coadyuvar en el proceso de apropiación de la simbología como medio de
racionalizar los fenómenos humanos y su impacto en el contexto propio y grupal,
siendo determinante en el fortalecimiento de las columnas.
El grado de maestro
implica responsabilidades inherentes a su mismo nombre, ya que denota el
dominio de algunos conceptos, ideas, técnicas, destrezas, que le hacen un
referente dentro de los demás hermanos del taller. Podría decirse que debe
convertirse en un modelo y un ejemplo al cual seguir, lo cual no solo obliga al
conocimiento, si no a un profundo compromiso de perfeccionamiento continuo, de
exploración de sus capacidades, de autorreflexión y de desarrollo personal.
Aunque se llama maestro
y aunque este cerca al calor de oriente, seguirá aprendiendo hasta el final.
Por su parte el compañero,
seguro de haber transitado a conciencia el primer escalón, traza su camino y se
ayuda de las herramientas simbólicas que le fueron confiadas, siendo un
valiente peregrino hacia la luz de la
verdad; no obstante aun sus pies son tiernos y podría herirse tratando de
develar su verdadero propósito. Aunque pule con ímpetu la piedra brutal y la
moldea sin cesar, este caminante aún necesita una brújula que determine su
mejor opción de ruta.
Aunque es un obrero
calificado, seguirá aprendiendo de su maestro.
El aprendiz camina
entre tinieblas y aunque vio la luz al iniciarse, esta se tornó difusa, la
bruma cubre entre velos la verdad haciendo que la luz de oriente sea apenas una
pobre antorcha sofocada, sus pasos titubeantes apenas son el preludio de la fuerte
marcha que será su paso futuro por la logia. Camina con determinación pero sin
rumbo, sin vela y sin norte; necesita ayuda entre los símbolos y los ritos
ancestrales que están por todos lados.
Aun con su
determinación, el aprendiz se podría perder en el camino.
El aprendiz camina
dando tumbos luego de su renacimiento de Deméter o Isis, lleva consigo el
mallete y el cincel seguro de que podrá hacerse victorioso en la búsqueda de la
verdad. En ocasiones un extraño lo acompaña, pero poco se fija en él, parece un
viajero que atraviesa el mundo lleno de recuerdos y de herramientas que encuentra en sus viajes. Un día ambos
encuentran una luz a la cual seguir, es pequeña y lejana, pero poco a poco se
torna más grande, tanto que hasta calienta sus corazones y sus espíritus, es un
maestro con la porción de luz que logro tomar de oriente.
Es alguien confiable a
quien seguir.
Más adelante hay más
luces, son más maestros que también viajan buscando nuevos horizontes, nuevas
luces, nuevos tonos y nuevos encuentros.
La masonería sigue
vigente porque su método está vivo, porque está hecho de manos y de corazones
que por momentos de afinan y vibran en un mismo acorde, ese momento es el
encuentro en logia, el encuentro con el secreto masónico.
¿Lo descubriste?
Es mi palabra
GGC
M:.M:.
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