jueves, 16 de agosto de 2018

El peligroso arte de aprender


Existe una semejanza entre el aprendiz y la inquietud de los niños por el conocimiento, partiendo del hecho que ambos son en esencia investigadores. Sabemos que hay una edad temprana en la que todo niño es un manojo de preguntas que ninguna respuesta logra satisfacer.

Entre ellas las preguntas más frecuentes que nos podemos encontrar en el proceso de iniciación de los masones es el que, el por qué y el para que de las cosas de este mundo, que nos persiguen hasta el último instante.

A lo largo de la historia, se han impuesto con más entusiasmo los temas relacionados con la religión que aquellos que competen a la educación y el desarrollo de la niñez para un mejor mañana. De ahí surge en el mundo la idea del mal. Porque el ser humano es el único que se rebela contra su destino, que crea o descubre un dios para tener a quien agradecer por los placeres y los enigmas del mundo o de quien quejarse por las desgracias y los horrores del universo.
Esa carencia, ese sentimiento de vacío, es lo que nos impulsa a movernos, a obrar y a transformar. Y por esto puedo manifestar con alegría que hacer parte de un proceso de crecimiento del ser y del saber hacer, genera unas fibras finas para orientar desde el amor por lo que se hace y con el corazón para lo que se quiere generar. Es conveniente saber también que la paz solo prospera en la diversidad, y que la verdadera igualdad consiste en ver cada quien como alguien único y original, y no permitirle sin embargo ninguna arbitrariedad que lesione a los otros.
De Safet Zec
Cromofora Contemporary Art Gallery/Magazine

Podemos deducir también que no se necesita emitir un juicio antes de conocer porque nuestra visión sesgada de la realidad nos puede inducir a equivocaciones. En el caso de la maleza más bien tendemos al exterminio, llamamos maleza a las plantas cuyas propiedades desconocemos o en las cuales no estamos interesados. Del mismo modo, por considerarlos malsanos e inútiles, los humanos dedicamos durante siglos a desecar los pantanos del mundo, y hoy los científicos descubren que destruimos una de las fuentes más eficaces de oxigenación de la atmósfera, porque los pantanos almacenan carbono.

Ahora bien, no se trata de cuanta información puedan darnos, de cuanto conocimiento puedan transmitirnos, sino de qué clase de seres humanos están formando; no es problema de información, es sobre la clase de personas que se forman allí.
Entonces, ¿es solo cuestión de desaprender? Y todo aquello que aprendemos  ¿sirve para la vida, o simplemente para ejecutar una tarea?

(Algunos extractos fueron tomados del libro "El taller, El templo y El hogar" de William Ospina)

Es mi palabra
LVMP
C.: M.:

3 comentarios:

  1. Sobre las suaves fibras del cerebro se crean las bases de los imperios más sólidos “foucault”, es un tema muy complejo, hasta los intelectuales llegan a caer en errores, sesgos,y lagunas y así hegemonizar falacias bien construidas.

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  2. Que irrespeto con el gran escritor William Ospina, por lo menos diga que se copio de uno de los ensayos del libro: El taller, el templo y el hogar.

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