domingo, 4 de septiembre de 2016

Paz civil o paz interior

LA SERENISIMA GRAN LOGIA PARA LA LENGUA ESPAÑOLA  en el Oriente de New York USA, fue fundada en 1931; tiene en su seno Talleres Masculinos y Femeninos que trabajan bajo el R:.E:.A:.A:.  en el Ara:. Aparecen además del Compás y la Escuadra una Biblia Católica y sus Tenidas:. Las inician con una invocación o lectura del Salmo de David Nro. 23 que dice: “El Señor me pastorea, nada me faltará. Él me ha colocado en lugar de pastos; me ha conducido junto a unas aguas que restauran y recrean. Convirtió a mi alma. Me ha conducido por los senderos de la justicia, para gloria de su nombre. De esta suerte, aunque caminase yo por medio de la sombra de la muerte, no temeré ningún desastre; porque Tú estás conmigo. Tu vara  y tu báculo han sido mi consuelo. Aparejaste delante de mí una mesa abundante, a la vista de mis perseguidores. Bañaste de óleo o perfumaste mi cabeza. ¡Y cuan excelente es el cáliz mío que santamente embriaga ¡ Y me seguirá tu misericordia todos los días de mi vida; a fin de que yo more en la casa del Señor por largo tiempo”.

A diferencia con las Logias de la O:.M:.M:.I:. del Derecho Humano, Le Droit Humain; en el Ara se coloca la Constitución Internacional y no se hace ningún tipo de invocación inicial; el resto del ritual en la Tenida es igual, como considero que es igual en las demás Logias que trabajan bajo el R:.E:.A:.A:.  que entienden como nosotros, que el método de trabajo masónico representa uno de los mejores instrumentos de perfeccionamiento humano y que sus miembros buscan ante todo, concretar en la tierra y para todos los humanos el máximo desarrollo moral, intelectual y espiritual, condición primera para que cada individuo pueda alcanzar la felicidad en una humanidad fraternalmente organizada. 

Para lograr los anteriores  objetivos se nos ha pedido trabajar en nuestros Talleres los temas: “La pedagogía de la convivencia para la construcción de la paz en el postconflicto, partiendo de la interiorización de nuestros deberes y su relación con los deberes y derechos” y “La tolerancia como herramienta en la construcción de nuevos ideales de la masonería”.
Las lanzas o la rendiciòn de Breda
Diego Velasquez, Museo del Prado, Madrid

Nuestro gobierno se ha propuesto la tarea de acordar con uno de los grupos en conflicto, mediante conversaciones en la Habana Cuba, la firma de la paz, tarea en la cual ya llevan varios años y al parecer nos encontramos próximos a su terminación. Al respecto deseo compartir con mis queridos Hnos:. y Hnas:. Algunas reflexiones sobre este importante tema y sobre el tema que se nos ha encomendado trabajar desde Nuestra Federación.

En Colombia actualmente tenemos que dividir la paz en dos aspectos totalmente diferentes que son la paz civil y la paz interior o paz personal. La primera, o sea, la Paz civil, es la que se negocia y se firmará en La Habana y ante la cual ningún Colombiano, sin excepción, puede hacer nada diferente a creer y confiar en que lo que se acuerde, se cumpla y a preparar sus bolsillos para asumir los costos, por demás impositivos del posconflicto; lo anterior porque los negociadores en su totalidad pertenecen a bandos irreconciliables, pero que igual todos le han hecho a Colombia y a su pueblo daños irreparables, es decir como decía mi abuelo: “ELLOS SON BLANCOS Y SE ENTIENDEN”.

Pero hablando de la otra paz, la personal, la interior, esa es la más importante y en la que estamos obligados a trabajar todos los días y es la que en últimas nos llevará a tener mejores personas, mejores familias, mejores vecinos, mejores pueblos y mejor país y por ende mejor sociedad que es la que está totalmente descompuesta y corrompida. Esta paz es la que nos permitirá vivir en armonía con la naturaleza, vivir en equilibrio con nosotros mismos, despojar de nosotros la mentira, elegir nuestros gobernantes en número indispensable y con condiciones intachables para cumplir con su deber, eliminar de nuestra sociedad sus premisas de comportamiento de “TRANCA, TRANZA Y AVANZA” sin importar consecuencias y resultados; nombrar funcionarios con una ética inquebrantable que les permita cumplir con sus deberes en forma honesta y digna; tener una población con todas sus necesidades básicas de salud, educación, seguridad, servicios públicos, recreación, transporte y movilidad debidamente cubiertas; tener unas políticas estatales de producción de alimentos, manejo de los recursos naturales, manejo de la economía,  acordes con las necesidades del pueblo y que disminuyan la brecha entre los que más tienen y los más desposeídos.
Ares


Para lograr lo anterior nuestro compromiso además de incluir nuestro cambio personal, está en contribuir desde todos los ángulos para que nuestra niñez y nuestra juventud crezcan con unos ideales diferentes, sean soñadores, aprendan a amar nuestro país, vuelvan a creer en el valor de la palabra, adopten como guía de sus vidas: la responsabilidad, la integridad, la honestidad y la honradez. Solo así lograremos al cabo de algunas generaciones tener un país con una paz civil de la mano con la paz interior o personal.  

Es mi palabra

LHRM

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